Unos vecinos mandan a un Dj y a su madre «con la música a otra parte»

Los residentes llevaban soportando desde hacía ocho años las vibraciones que emitían los equipos de música y la música alta. Los residentes cuyo piso colindaba con el del «disc-jockey» emprendieron acciones legales en 2013, cuando la contaminación acústica se recrudeció.La Justicia ha dado la razón a los demandantes por el estrés, la ansiedad, el insomnio y el cansancio que padecían, incluida su hija menor de edad.

El Juzgado de Primera Instancia número 5 de Madrid condenó el pasado 14 de julio en sentencia –contra la que cabe recurso de apelación en la Audiencia Provincial 15 días después de la notificación– al holandés Johan Kroonenberg y a su madre, Ascensión Mingorance. Están obligados a pagar 20.000 euros en concepto de los perjuicios ocasionados a los denunciantes; también a pagar las costas causadas durante el procedimiento. El juzgado tiene en cuenta para dicha cantidad las «inmisiones denunciadas, teniendo que recurrir a diversas instituciones y organismos sin tener una solución de su problema, (así, Policía Local, Oficina de Atención al Ciudadano, Comunidad de Propietarios e, incluso, los propios demandado)».

Los denunciados procedieron a insonorizar la vivienda tras las quejas continuas. Sin embargo, no fue suficiente para aplacar las emisiones acústicas del Dj en sus sesiones «techno». Teniendo en cuenta que el dormitorio de los demandantes colinda con la habitación del músico, la problemática acabó en los tribunales. El juez constató la veracidad de las acusaciones a través de continuas denuncias interpuestas ante la Policía Municipal de Madrid, que llegó a intentar una mediación entre las partes, donde no compareció el DJ Johan.

El Juzgado entiende que ha existido una «actuación molesta» y establece también la prohibición a la madre del Dj y a éste «realizar cualquier tipo de inmisiones medioambientales molestas, perjudiciales y nocivas por ruidos y vibraciones».

Johan ha trabajado pinchando en discotecas como Arena, Plastic, Groove, One, Fashion, Panic, New Jake , Space, Maui y numerosas salas y raves en el territorio nacional y europeo. Según una página web donde definen a este músico, en 2012 comenzó a trabajar como productor musical, construyendo su propio estudio.

Este hombre de 32 años se dedica a la música desde pequeño, una pasión que al parecer le inculcó su padre. Su sueño era hacer bailar a la gente con sus creaciones. La pesadilla de sus vecinos tenerle como residente.