El mundo de la moda británica llora la muerte de L'Wren Scott
Su posible suicidio se une al de otros grandes de la industria como McQueen o Isabella Blow
ana mellado
Las trágicas circunstancias que rodean la muerte de la diseñadora L'Wren Scott han infundado la consternación, el estupor y la rabia en los exclusivos círculos de la moda británica, que aún se resisten a asimilar su pérdida. A pesar de que la Policía halló el cuerpo sin vida de Scott en su apartamento del neoyorquino barrio de Chelsea ... , la novia del rolling Mick Jagger pasaba largas temporadas en el Chelsea londinense donde siempre se ha halagado su poderoso poder de creación, adaptando la versión más depurada del estilo inglés a sus características líneas. Desde hacía años, sus colecciones se presentaban en la London Fashion Week, donde a menudo compartía flashes y confidencias con Victoria Beckham, Daphne Guinness e incluso la modelo Kate Moss.
El fallecimiento de Scott ha acaparado todas las portadas de la prensa británica e interminables horas de televisión, que tratan de dar sentido al fallecimiento de una profesional de éxito a la que los medios ya tildan de una víctima más de la voraz industria de la moda. El hecho de que este año a última hora cancelase su presencia en la London Fashion Week atribuyéndolo al retraso de unos proveedores de telas que le impidieron finalizar algunas de sus creaciones, ya despertó algunas sospechas. Como siempre, las malas lenguas comenzaron a hablar del maltrecho estado de sus finanzas , que cobra fuerza ahora como causa de un posible suicidio.
Aunque la industria de la moda británica «está acostumbrada» a trágicas muertes entre sus creadores fetiches, la combinación de glamour, elegancia y éxito de personajes que acaban quitándose la vida continúa causando el mismo estupor. El día en que la Policía de Nueva York encontró muerta a Scott, el diseñador Alexander McQueen hubiera cumplido 45 años. Tras consumir altas dosis de cocaína, tranquilizantes y pastillas para dormir, el británico se ahorcó acuciado por la presión derivada de su trabajo y la depresión que arrastraba desde la reciente muerte de su madre. Además de eso, muchos han vinculado su trágica decisión al suicidio en 2007 de su descubridora y amiga, Isabella Blow, a la que Londres le ha rendido un homenaje en los últimos meses con una exposición en Somerset House.
El fallecimiento de Scott se vincula ahora a esa lista de grandes de la moda británica que no supieron gestionar su éxito. De nuevo se repite el mismo guión. Célebres personalidades que un día están en lo más alto y al siguiente, se ven acorraladas por el estrés, la autoexigencia , el vertiginoso ritmo de creación y las cifras de ventas. Ellos se convierten en sus propios enemigos y acaban por quitarse del medio.
La modelo británica Georgia May, hija del cantante Mick Jagger, ha sido otra de las que aún no ha podido encajar la noticia y ha cancelado su presentación en un festival de moda en Australia que estaba prevista para hoy, según informan medios locales. May se encontraba volando desde Londres a Melbourne justo en el momento en que la novia de su padre era hallada muerta en su apartamento en Nueva York.
Aún habrá que esperar a que la Policía practique la autopsia y revele las causas de la muerte de L'Wren Scott, pero muchos, como el diario Daily Mail, se han apresurado a buscar el motivo detrás del posible suicidio apuntando a la verguënza que sentía la novia de Jagger, que había contraído una gran deuda, por los que sus empleados y proveedores no cobraban desde hace años. El Guardian, en cambio ha enfocado su información haciendo hincapié en que Jagger y Scott seguían juntos, despejando todo rumor de ruptura.
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