La Asamblea de Madrid insta a la RAE a cambiar su definición de «autismo»

Como explica Marcos a ABC, existen en paralelo dos diccionarios de la RAE: el de papel, que tarda más en actualizarse, y la versión digital, que introduce cambios con mucha mayor rapidez y agilidad. Ya en la edición de papel del año 2014 se introdujeron algunos cambios en la definición de la palabra «autismo», por la presión de asociaciones de familiares de personas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) : se eliminaron acepciones que lo relacionaban con esquizofrenia, entre otras modificaciones.

Sin embargo, también se introdujeron cambios en la definición de «autista», incluyendo una acepción que reza así: «Encerrada en su mundo, conscientemente alejada de la realidad». Una descripción «desafortunada» , «peyorativa» y que «ahonda en mitos e ideas erróneas» , explica Marcos.

Las asociaciones de familiares reclaman, y Ciudadanos ha recogido su queja , que no se defina a las personas autistas como enfermos que «padecen autismo», dado que, aclaran, el autismo «no es una enfermedad, sino un trastorno».

El poder de las palabras, recuerda el diputado Tomás Marcos , es grande, y condiciona muchos de nuestros puntos de vista. Por eso, pide que además de adaptar la definición de la RAE para no cargarla de connotaciones negativas, tampoco utilicemos en el lenguaje coloquial el término «autista» con fines peyorativos , «para referirnos a personas despistadas, hurañas o solitarias, porque con ello estamos alimentando falsos mitos y creencias erróneas». Y porque además, «no se es autista; se tiene autismo», aclara.

La alternativa que proponen es utilizar la descripción que realiza la Estrategia Española en Trastornos del Espectro del Autismo, elaborada por el Ministerio de Sanidad, que habla de las «dificultades de comunicación e interacción social» de estas personas.