La empresa de limpieza de calles de Alicante despide a un barrendero diabético por coger varias bajas

El afectado, Adrián Román , lleva una semana plantado frente al edificio del Ayuntamiento de Alicante con una pancarta en señal de protesta y reivindicando el puesto de trabajo que ha perdido, tras 11 años de antigüedad.

Su enfermedad crónica le ha arrastrado también una retinopatía diabética , con lo que se le han administrado inyecciones intraoculares en varias ocasiones y durante meses para evitar que se quedara ciego. En última instancia, ha estado de baja para una intervención quirúrgica de urgencia, nueve y seis días en dos meses.

«Llevo desde los 18 años barriendo y se puede decir que no sé hacer otra cosa», ha relatado Román, que considera «injusto» su despido, del que prácticamente se ha enterado al ver el ingreso de 14.700 euros en su cuenta bancaria, correpondiente a la indemnización de la empresa por prescindir de sus servicios.

Se ha tramitado como despido objetivo amparado en la última reforma laboral. «No quiero dinero ni todo el oro el mundo, yo lo que quiero es trabajar», ha comentado, consciente de que su situación es legal y de que hay mucho absentismo en la empresa, que se debe cortar, pero sin obviar él no ha tenido más remedio que faltar a su puesto por los problemas de salud.

El concejal de Medio Ambiente y Limpieza Viaria, Víctor Domínguez , se ha reunido este martes con el gerente de UTE-Alicante, Manuel Docampo , y le ha instado a la readmisión de este trabajador, con independencia de que la empresa adopte medidas por un absentismo excesivo en su plantilla, ya que las bajas del empleado que sufre diabetes «están justificadas». De momento, hasta el 25 de enero -fecha prevista del acto de conciliación en la Magistratura de Trabajo, tras la denuncia al a desesperada del despedido- no hay ninguna decisión a la vista.