Las trampas de la subasta eléctrica

Nuevo tarifazo de la luz a la vista... o no. Este jueves, 20 millones de consumidores volvían a temblar después de que la subasta eléctrica Cesur se saldara con un incremento del 25,6% . Un resultado que, previsiblemente, se trasladaría en un encarecimiento del 11% del recibo en enero al sumarle la subida de los peajes de hasta un 1%.

Sin embargo, queda algo de esperanza. La puja eléctrica parece no haber sido limpia y su invalidación podría rebajar esta desorbitada subida.El ministro de Industria, José Manuel Soria, anunciaba este jueves por la tarde que encargaría una investigación a Competencia por las sospechas de manipulación. Menos de 24 horas después, el organismo regulador dictaminaba la invalidación de la subasta.

Las sospechas sobre posibles trampas se originaron después de que el Gobierno decidiese a finales de noviembre que no subvencionaría los 3.600 euros de déficit de tarifa del sector. A partir de entonces subía el precio del MWh , un incremento que las compañías eléctricas achacaron a que no había viento y de ahí la parada en los parques eólicos de tres centrales. A ello se uniría la reducción de la producción de energía hidráulica y los altos precios del gas por su venta en otros mercados. Las temperaturas más bajas también conllevan más demanda de electricidad, según defiente la patronal de las eléctricas (Unesa) .

Finalmente, los indicios de manipulación en la subasta se basan en una sorprendente subida de un 29% con respecto a septiembre. Un resultado demasiado alto que podría ser fruto de un pacto previo para que acudieran pocos ofertantes y subiera el precio final. Desde organizaciones de defensa de los consumidores como Adicae se denuncia que la subasta es un «mercadeo» en la que «grandes financieras como Goldman Sachs, Morgan Stanley o JP Morgan y gigantes eléctricos fijan el precio a voluntad».

Para saber qué ha ocurrido, habrá que esperar al informe que detallado que la Comisión Nacional de Mercados de Competencia (CNMC) presentará para explicar el por qué de su decisión de invalidar la puja y cuáles son las «circunstancias atípicas» a las que hace referencia en su comunicado.

Los peajes (regulados por el Gobierno) y el coste de la energía (calculado en la subasta Cesur) suponen el 56% y el 44% respectivamente a la hora de calcular la factura final que llega al consumidor. Si tenemos en cuenta la subida del 25,6% de la puja celebrada este jueves y la decisión de Industria de incrementar los peajes en al menos hasta el 1%, obtendríamos un encarecimiento de la luz de más del 11% para el próximo enero.