El aplazamiento del AVE brasileño da impulso al proyecto español
La oferta española se encontraba en peligro si no se ampliaban los plazos del contrato
Luis M. ontoso
El próximo viernes 16 de agosto terminaba el plazo concedido por el Gobierno de Dilma Rousseff para presentar las ofertas por el contrato de construcción del tren de alta velocidad que unirá Río de Janeiro y Sao Paulo, el primer tren de estas características de ... Iberoamérica. Pero esta fecha se había convertido en un obstáculo para la oferta española , que compite en una reñida puja en la que participan los principales países que desarrollan esta tecnología (entre ellos, Francia, Alemania y Japón) y en la que se encuentran en juego cerca de 2.500 millones de euros.
La semana pasada, los representantes de los grupos internacionales —no sólo el español— se reunieron con las autoridades brasileñas para plantear la necesidad de postergar, al menos, dos meses el proceso, según revelan fuentes empresariales a ABC. Y la presión ha obtenido sus frutos:el Gobierno brasileño anunció ayer un nuevo aplazamiento «de por lo menos un año» de la licitación .
Los consorcios se quejaron de que un reciente cambio en los pliegos de condiciones, que modificaban el importe que deben pagar las compañías por desarrollar el servicio (los llamados «cánones»), beneficiaba a la propuesta francesa (encabezada por Alstom) , dado que exigía al resto de ofertantes realizar una labor extra de búsqueda de «avales bancarios» y de «documentación».
Además, a los virajes en el concurso brasileño se ha unido la propia complejidad de la oferta española, que ha sumado más trabas. El Gobierno de Mariano Rajoy había tratado por todos los medios de que las compañías concurrieran juntas, formando un único equipo que, al igual que sucedió con el exitoso concurso del AVE La Meca-Medina (Arabia Saudí), sirviera de estandarte del modelo español de alta velocidad.
Así, el pasado mes de mayo, el Ministerio de Fomento anunció la constitución de un consorcio encabezado por Talgo, Elecnor y Cobra (ACS) que iba a contar con el apoyo como socios de las públicas Adif, Renfe e Ineco. Sin embargo, esta fraternal ligazón se disolvió tras saberse que CAF, principal e histórico competidor de Talgo, estaba dispuesta a presentar una oferta alternativa, que también contaría con presencia española (con las españolas Isolux, Telvent y la italiana Ansaldo, entre otras).
De esta manera, Renfe, Adif e Ineco se habían tenido que retirar de la primera oferta para convertirse en subcontratistas de ambas. «No podíamos apoyar una oferta en detrimento de la otra», defienden desde una de las sociedades públicas.En la práctica esta escisión supondría, por tanto, que en el mejor de los casos, si alguno de los dos proyectos españoles gana el concurso, Renfe, Adif e Ineco cobrarían por sus servicios de asesoría técnica. Pero el retraso de la fecha de presentación de las ofertas modifica este escenario:ahora el Gobierno tendrá margen suficiente para tratar de acercar posiciones entre las dos empresas rivales y fortalecer la propuesta española.
Accidente de Santiago
La situación era de tal dificultad que algunas empresas incluso lanzaron un órdago y advirtieron a Brasilia de que si no prorrogaba los plazos estudiarán «si presentar o no» finalmente la oferta. Políticamente el asunto no es baladí:el Gobierno se ha planteado este megaproyecto, valorado en su conjunto en 13.000 millones de euros, como una prueba de fuego para defender la pujanza de la marca AVEen el exterior .
Y, por si no fuera suficiente, estaba la cuestión del trágico accidente de Santiago de Compostela, que en principio hizo temer que pudiera dañar la imagen de la alta velocidad española. Sin embargo, el ministro brasileño de Transportes, César Borges, ha descartado que el siniestro impida la participación de las empresas españolas. El pliego de condiciones establece que no puede optar al los operadores que haya sufrido accidentes mortales en un período de cinco años en una línea de alta velocidad.Sin embargo, como recalcó el propio ministro brasileño, el Alvia accidentado «no era de alta velocidad» . El Ejecutivo del país, añade, «no quiere impedir a nadie participar, quiere el mayor número de participación». Este último punto resultó trascendental para la ampliación del calendario.
Era posible que las condiciones anteriores únicamente el consorcio francés fuera capaz de presentar una oferta competitiva , lo que desvirtuaba la competencia de la licitación. Además, según publicó ayer el diario local «O Estado de Sao Paulo», la policía brasileña ha acusado a Alstom de participar en una trama de corrupción para obtener contratos en el estado paulista. Por tanto, en este momento, un concurso protagonizado exclusivamente por la gala abría interrogantes —injustificados o no— sobre el proceso de contratación.
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