Felipe II, Antonio Machado o Chaplin: relaciones amorosas con jóvenes de hasta 13 años

Fue a partir del siglo IV y en la Baja Edad Media cuando se consolido el modelo familiar y matrimonial. Un momento en el que las bodas comenzaron a ser concertadas por los padres y se daban a edades muy tempranas por motivos sociales y económicos. La legislación consideraba en aquel momento que la edad legal para contraer matrimonio eran los 12 años para las niñas y 14 para los niños; aunque los desposorios podían celebrarse desde los 7 años.

Felipe II , por ejemplo, se caso con Isabel de Valois cuando esta tenía tan solo 13 años, la edad actualmente vigente de consentimiento sexual que el Gobierno quiere elevar. Corría el 22 de junio de 1559 cuando ambos contrayentes se dieron el «sí quiero» en la catedral parisina de Nôtre Dame. El Rey de España tenía 22 años, y aquel enlace dio paso a los años más felices de su agitada vida, a pesar de que se había producido por razones de Estado: la firma de la paz de Cateau-Cambrésis, con la que se daban por concluidos los enfrentamientos bélicos con Francia.

Juana La Beltraneja tenía también 13 años cuando contrajo matrimonio con Alfonso V de Portugal, el 25 de mayo de 1475. Además de su segunda esposa, Juana era también su sobrina y la mujer a la que consideraba legítima heredera al trono de Castilla tras la muerte de Enrique IV un año antes. Los 43 años que tenía él no fueron impedimentos en la época para casarse aquella niña, ya que podían más las ansias de reunir bajo su mano un amplio imperio. Baste decir que en el momento de su boda, el hijo de Alfonso tenía 30 años, por los 13 de su esposa.

La tercera esposa de Fernando VII , María José Amalia de Sajonia, también tenía 15 años cuando contrajo matrimonio con el Rey español, aunque es cierto que, gracias a su estricta educación religiosa, se negaba a mantener relaciones sexuales con su marido, hasta el punto de que fue necesaria una carta personal del papa Pío VII para convencerla de que estas prácticas no eran contrarias a la moral del catolicismo.

Pero no solo en los Reyes de siglos lejanos se queda estas prácticas. El insigne Antonio Machado tenía 32 años cuando comenzó su romance con Leonor Izquierdo, que tan solo contaba con 13 años. Tuvo que esperar pacientemente dos años, hasta que ella cumpliera los 15, la edad legal para casarse, para se convirtiera en su esposa. Por desgracia, su idilio duró poco, porque tres años después, cuando ella tenía 18, ella comenzó a vomitar sangre durante un viaje a París. El poeta tuvo que pedir dinero a Rubén Darío para trasladar a su mujer a Soria, donde murió, sumiendo a Machado en una profunda depresión.

Más problemas le trajo a Jerry Lee Lewis el descubrimiento por parte de la prensa de que su tercera esposa, Myra Gale, tenía 13 años, por los 22 que contaba él, durante su gira por Gran Bretaña en 1958. Un periodista que esperaba la salida músico se acercó a una chiquilla que se encontraba entre la comitiva y le preguntó: «¿Tú quién eres?». Y ella contestó: «La esposa de Jerry Lee Lewis». «¿Pero cuántos años tienes?». «Trece», confesó ella. Al día siguiente, aquella noticia apareció en la prensa, donde se especificaba que, además de menor, la mujer de Lewis era su sobrina, lo que causó un gran escándalo que provocó la cancelación de su gira después de tres conciertos y el deterioro de su carrera musical cuando más éxito tenía.

Charlie Chaplin dejó embaraza a la actriz Lita Grey cuando tenía 15 años, tres después de que hubiera empezado a trabajar en sus películas. Cuando el famoso director se dio cuenta de su falta de talento y se cansó de la joven, ofreció pagarle el contrato íntegro de la película que le había propuesto protagonizar, «La quimera de oro», y le sugirió que abortase. La madre amenazó con denunciarle por corrupción de menores, por lo que Chaplin cedió al chantaje y contrajo matrimonio con Grey en México, cuando esta había cumplido los 16, la edad legal. Dos años después, el directo, sin embargo, se divorció de ella.

Cuando tenía 27 años, el escritor Edgard Alan Poe tuvo que falsificar los papeles de su prima de 13 años, Virginia Clemn , de la que se había enamorado tras irse a vivir con su tía, para poder casarse con ella. Tuvo que hacerla pasar por mayor de 21. Aunque el matrimonio entre primos no era tan infrecuente en aquella época, si lo era, evidentemente, la juventud de la novia, lo que llevó a Poe a casarse de forma discreta.

La pareja del mítico forajido Clyde, Bonnie Elizabeth Parker , también se había casado con un tal Roy Thornton una semana antes de cumplir los 16 años, en 1926. Su matrimonio no duró mucho y en enero de 1929 se separaron, aunque nunca se divorciaron. Bonnie aún usaba su anillo de bodas cuando fue abatida por la Policía en 1934. «Estoy feliz de que se fueran como lo hicieron. Es mucho mejor que haber sido capturado», dijo Thorton desde prisión.