Modric, el hijo de la guerra llega al Bernabéu

Luka Modric, 26 años, llega al Real Madrid después de una vida azarosa. Hijo de un miliciano que luchó para defender los intereses croatas, creció entre bombas aquí y bombas allá. Mientras su padre estaba en el frente, su madre se lo llevó a vivir a un hotel de Zagreb para intentar mantenerlo alejarlo de la guerra. Caía metralla por todos lados y el niño no paraba de romper cristales con la pelota. Solo tenía seis años y ya se le adivinaba un potencial tremendo.

Se confirmó enseguida. Al poco de acabar la guerra la familia invirtió una gran parte de los ahorros en pagarle una escuela de fútbol. Le veían madera y, sobre todo, vocación : vivía con la pelota, estudiaba con la pelota, dormía con la pelota. Tenía zancada, velocidad y visión de juego. Además, era polivalente, podía jugar en la parte de atrás del medio campo, más arriba, caído a un costado, le daba igual. Entraba por todos lados de las defensas contrarias como cuchillo en mantequilla.

A los 17 años ya era conocido en todo el fútbol croata. Después de dos cesiones (una de ellas al Zrijski, donde fue nombrado mejor jugador de la Liga bosnia) el Dinamo de Zagreb apostó por él. Era de cajón. Nadie destacaba como él. Tres campeonatos de Liga después, mucho más al oeste Juande Ramos llegaba al Tottenham y pidió a Modric. Costó mucho dinero, 20 millones, pero el equipo londinense tenía capital fresco y Ramos, que necesitaba presencia y personalidad en el centro del campo, se hizo con sus servicios.

Tuvo lesiones y le costó arrancar en la Premier, pero cuando se consolidó llevó a los Spurs a la Champions mientras que él se metía en el once oficial de la Eurocopa 2008 . No es un goleador . De hecho, con el Tottenham jugó 160 partidos marcando solo 17 goles. Sin embargo, es un medio punta con capacidad para jugar en todos los lados de la medular. Puede acompañar a Xabi Alonso (o sustituirle), puede jugar en el lugar de Ozil o puede desenvolverse en uno de los extremos de la línea de tres por detrás del único delantero.

Pero sobre todo tiene talento, mucha visión de juego y puede aportar mucho al Madrid, sobre todo fútbol, que es lo más importante.

Luka está casado con Vanja Bosnic y tienen un hijo que se llama como el padre. Modric conoció a su mujer en el verano de 2007 cuando jugaba en el Dinamo de Zagreb. Ella trabajaba en la agencia de deportes Mamic, regentada por Mario Maric , que a su vez era el representante del futbolista. Fue él quien les presentó. En mayo de 2010, Vanja se casaba con Luka, boda que se repitió en Zagreb, por lo religioso, el 1 de junio de 2011.