«Espero un inicio del curso tranquilo porque en Educación no hay recortes»

-¿Cómo va afectar la reducción de la ratio decretada por el Ministerio?

-En la escuela pública se mantendrá en un nivel muy similar al actual y siempre por debajo del máximo marcado por el Ministerio en la nueva reforma y del que establecía la anterior LOE. Si antes había un tope de veinticinco alumnos por aula y este curso se ampliaba a treinta, en los colegios públicos se situará por debajo de los veinticinco. En los centros concertados se ha incrementado el ratio, pero en ningún caso llegará a treinta.

-¿Cómo afectarán los recortes de gasto a la plantilla de docentes?

-La plantilla total será muy similar a la del anterior curso, en el que había 7.800 interinos que cesaron el 30 de junio y ya se han adjudicado por vía telemática todas las plazas salvo 1.212, que en septiembre se recuperan en una horquilla de entre setecientos y mil.

-¿Dónde está entonces el ahorro previsto por la Conselleria?

-Teníamos previsto contratar a 1.200 profesores por el incremento vegetativo de la población y además, contamos con 1.500 docentes jubilados que, en condiciones normales, habrían sido sustituidos si hubiéramos sacado una convocatoria de plazas, pero se cubrirán por interinos. Los que dejamos de contratar se cubrirán por el incremento del horario lectivo, que pasa de dieciocho a veinte horas semanales.

-¿Cómo ha evolucionado el número de alumnos?

-El número de matriculados apenas crecerá un 0,67 por ciento, hasta los 789.455 estudiantes en la educación obligatoria. Hemos detectado que la caída de la natalidad ha provocado un descenso en los niños de tres años que comienzan en las aulas y también un ligero retroceso de alumnado extranjero. En Educación Infantil hay una reducción del 2,4 por ciento y en Primaria del 1,4. Por contra, la oferta de plazas en Formación Profesional ha crecido más de un veinte por ciento y habilitamos 86.000 plazas.

-¿Cuál es el ahorro total previsto?

-Solo en medidas de personal vamos a ahorrar más de treinta millones de euros.

-¿Ya se ha presupuestado el impacto económico que supondrán los nuevos usos previstos para los centros educativos?

-Estamos preparando una orden económica para los centros que viene acompañada del proyecto ITACA, que nos permite saber en tiempo real cuáles son los saldos de cada centro público para modular sus necesidades. Estamos recopilando todos sus suministros para poner en marcha una central de compras y modular los pagos. Lo que debe quedar claro es que el presidente de la Generalitat no está haciendo recortes en la educación pública, sino ajustando la estructura económica a la nueva realidad. Si hay menos niños es lógico que haya menos interinos contratados. El Consell ha preservado todas las ayudas sociales, la plantilla permanece estable y las ratios se mantienen. Solo vamos a gastar lo que necesitamos, sin pasarnos y sin quedarnos cortos.

-¿En qué estado se encuentran los retrasos en los pagos del curso anterior?

-El último pago fue el del bono infantil y hemos acabado el curso con un porcentaje mínimo de deuda en las ayudas a los libros para Secundaria. En general, están prácticamente todos los pagos satisfechos

-¿Podrá evitar que se repitan esas demoras a partir de septiembre y vuelvan las escenas de alumnos con mantas en las aulas?

-Queremos ser regulares en los pagos y cumplir nuestros compromisos. Conocemos minuto a minuto la situación de cada centro y vamos a velar por su estabilidad económica.

-¿Teme que se repitan los conflictos que generaron la «primavera valenciana»?

-No. Las familias han visto que se han mantenido todas las ayudas, salvo el pequeño ajuste para habilitar la becas a los profesores de apoyo a las clases de inglés. Vamos a ayudar a quienes más lo necesitan. Frente a las alertas injustificadas e interesadas que preparan un inicio de curso controvertido, la realidad será otra y los padres podrán experimentar la normalidad absoluta en los centros educativos. Nuestras cifras de fracaso escolar requieren de sentido común por parte de toda la comunidad educativa.

-¿Es necesario que los alumnos lleven la comida de casa al comedor escolar para ahorrar gastos?

-Los niños más necesitados tienen beca del cien por cien del comedor. De 160.000 alumnos que lo utilizan, la mitad lo tienen subvencionado íntegramente y la cuantía para el próximo curso -76 millones de euros- es la misma que el anterior. La nueva orden permite la entrada de alimentos desde casa a los comedores de los colegios pero la Administración no va a recaudar nada. Hay una línea de treinta millones de euros en ayudas para el mantenimiento de los comedores y van a resultar suficientes.

-¿Está preparado el profesorado para cumplir con los objetivos del decreto de plurilingüismo?

-Vamos a formar a 3.200 docentes este año y en Infantil está garantizada la puesta en marcha del plan.

-¿Resulta factible que a día de hoy se pueda impartir una clase de matemáticas íntegramente en inglés?

-El decreto es flexible y realista. Cada centro elabora el proyecto y dice qué asignatura imparte en inglés en función de su profesorado. No vamos a imponer qué materia se tiene que dar en inglés. Además, los directores podrán escoger al veinte por ciento de su profesorado interino y será factible que escojan a docentes con capacidad en materia lingüística.

-¿Cómo han evolucionado las pruebas piloto para la implantación del trilingüismo?

-Hay seis centros experimentales que imparten el ochenta por ciento de las horas de Infantil en inglés y 270 colegios que se ha sumado a la red de centros plurilingües.

-¿Han dado frutos los planes para fomentar el empleo juvenil?

-Llevamos veinte meses con descensos del paro entre los menores de veinticinco años. Tenemos 8.000 jóvenes empresarios, el 16,8 por ciento de toda España. La clave está en incidir en la formación, porque tienen más oportunidades y ése es nuestro objetivo.

-¿Las universidades públicas tienen margen para acometer más recortes de gastos?

-La predisposición es total y gracias al nuevo mapa de titulaciones lograremos un importante ajuste. Somos la Comunidad que mejor financia a las universidades pero estamos inmersos en una etapa de reducción del déficit y ellas lo entienden.

-¿Cree viable que las universidades sigan financiando actividades ajenas a su función académica como foros independentistas o charlas de antiguos terroristas?

-Esas cosas van a desaparecer si se financian con dinero público. Ni la gente lo entendería ni nosotros lo consentiríamos. El euro que destinamos a las universidades públicas va a orientado a la formación y no a otras cosas.