Cataluña aprobará este año la ley que prohíbe ir a manifestaciones con el rostro cubierto

En declaraciones a los periodistas tras inaugurar la segunda Escuela de Verano en el Instituto de Seguridad Pública de Cataluña, el titular de Interior ha avanzado que su previsión es que a finales de año el gobierno apruebe el proyecto de ley para que el Parlament lo pueda tramitar durante el próximo período de sesiones, en 2013.

Según Puig, esta ley, una de las medidas estrella de Interior para esta legislatura, no será "prohibicionista" y no regulará sobre derechos básicos, aunque sí fijará los "límites extremos" que no se podrán rebasar para garantizar la convivencia en el espacio público.

La nueva ley del espacio público también prevé sancionar a las personas que acudan a manifestaciones con el rostro tapado, en la misma línea que está impulsando el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.

Puig ha destacado que ya ha hablado con el ministro en relación con el uso del espacio público y han "compartido puntos de vista", aunque mantienen algunas "discrepancias". En cualquier caso, el conseller ha recordado que, a la hora de elaborar su propia ley sobre el uso del espacio público, están limitados por la constitución -ya que Cataluña no puede regular sobre los derechos fundamentales- y por las propias competencias de los ayuntamientos.

Por este motivo, ha vaticinado que en la redacción del proyecto de ley tensionará el ámbito competencial con el Estado. Según Puig, la conselleria ya ha encargado a algunos juristas que elaboren documentos sobre el contenido del proyecto de ley.

Con esta nueva normativa, que se inspira en las ordenanzas municipales, el departamento de Interior pretende, entre otros objetivos, erradicar la prostitución de las calles y plazas de las ciudades, por lo que se prevé sancionar tanto a las prostitutas que ofrezcan sus servicios en el espacio público como a sus clientes.

El conseller ha avanzado que para limitar la presencia de prostitutas en las calles se establecerá un régimen disciplinario con un régimen sancionador propio, que no tiene por qué corresponderse con las multas que desde hace un mes se imponen en Cataluña a los clientes y prostitutas que ejercen en las carreteras catalanas, que se exponen a sanciones de hasta 30.000 euros.

Puig, que ha cifrado en unas 350 o 400 las prostitutas que ejercen en las carreteras catalanas, no ha querido concretar el número de prostitutas y clientes a los que ya se ha abierto un expediente sancionador por vulnerar la ley de carreteras y de seguridad viaria.

El conseller ha admitido que él personalmente defiende postulados abolicionistas respeto a la prostitución, aunque ha reconocido que esta práctica no está prohibida ni en España ni en la mayoría de países europeos, por lo que no se puede perseguir.