El día en que Bildu se anudó la corbata
Martín Garitano y Rufi Etxebarria lucieron ante los «mediadores» en San Sebastián una prenda desconocida hasta ahora en su vestuario
El mundo les observaba, o así lo pretendían los miembros de Bildu presentes ayer en la denominada conferencia de paz que reunió ayer a media docena de «mediadores» internacionales en San Sebastián. Así que dejaron en el armario sus habituales camisetas y se enfundaron traje y corbata para aparecer ante el mundo emulando la seriedad del acuerdo de Stormont en Irlanda del Norte.
El diputado general de Guipúzcoa, Martín Garitano, no había utilizado corbata ni el día en que tomó posesión de su cargo. Eligió una en azul marino a rayas blancas para recibir a los asistentes a la conferencia en el Palacio de Ayete, antigua residencia estival de Francisco Franco.
El entorno de Rufi Etxeberria confesó que era la primera vez que el histórico abertzale lucía corbata, algo insólito en la iconografía del independentismo vasco. Debía ser demasiado para el alcalde de San Sebastián, Juan Carlos Izaguirre, y para Juan José Petrikorena, que solo vistieron americana.
Tampoco era habitual en la indumentaria de Paul Ríos, de Lokarri, quien ya había avisado de que llevaría corbata después de que Iñaki Anasagasti le llamara la atención en su blog con un artículo titulado «Una conferencia de paz que requiere ponerse corbata».
Un día después de la cita internacional, Rufi Etxeberria se despoja del traje para aparecer en primera fila junto al histórico ex preso de ETA, Jon Aguirre Aguiriano, condenado por el asesinato un niño de 13 años, en la «declaración solemne» que ha ofrecido la izquierda abertzale en el Hotel Hesperia de San Sebastián para manifestar su apoyo a las conclusiones de la conferencia.
Noticias relacionadas
- Batasuna se suma a la petición de «cese» a ETA para que «todos salgan vencedores»
- El lenguaje de los terroristas
- Antonio Camacho no entra a valorar la «Declaración de Aiete»
- Así son los «expertos» que buscó Batasuna para imponer su plan
- Las víctimas: «Aquí no hay una guerra, unos matan y otros ponemos los muertos»
- Una «pantomima» que «encarece la paz»
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete