ETA despreciaba a EA antes de absorberla para fundar Bildu juntos
Los batasunos no se aclaran y se corrigen a sí mismos: ahora dicen que el tiroteo en Francia es «muy grave»

«Eusko Alkartasuna se halla ubicada en una permanente contradicción y en el torbellino de la falta de una intervención política coherente». De esta manera tan despreciativa se refería ETA al partido de Peio Urízar en una de las actas del proceso asambleario que concluyó en 2009, cuando la banda buscaba en el independentismo vasco un partido que le pudiera dar cobertura legal para colarse en las urnas y forzar la negociación.
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La «debilidad ideológica» que ETA detectó en EA, como expresaba textualmente en otra acta, fue lo que le llevó a absorberla para su actual estrategia, aseguran a ABC medios antiterroristas. Respondía al bajo perfil que buscaban los etarras, ya que solo debía ofrecer el escudo legal porque los votos y la doctrina la imponía la «izquierda abertzale». En definitiva, una presa fácil que, según los pistoleros, «hasta hoy, no han mostrado estrategia». Antes que lo anunciara Pérez Rubalcaba, la organización criminal puso su propia «lupa» sobre EA , llegando a la conclusión de que «disipa sus fuerzas queriendo estar e influir en todos los campos y sin situarse en una línea clara». En este sentido, le reprochaba que «pasteleara» tanto con Ibarretxe como con el Foro de Debate Nacional, impulsado por la propia banda en favor de la independencia. «Mientras dice que la vía estatutaria está agotada, no muestra ni vigor ni interés alguno por salir del Gobierno vasco», se añade.
«Terrible debilidad»
En este acta, ETA se refería a EA como un partido inmerso en una «situación organizativa difícil», «instalado en la preocupación permanente por su supervivencia», ya que al estar «durante los últimos años diluido en el PNV le ha llevado a una crisis de espacio político». La banda despreciaba también a EA porque se pasó el proceso de negociación con el Gobierno «mirando a la izquierda abertzale», pero «dado que no se le pidió nada, no hizo aportación alguna».
Esta debilidad de Eusko Alkartasuna suscitó muchos recelos entre los cabecillas del «comité ejecutivo» —«zuba»—, que llegaron a plantearse la inviabilidad del proyecto. «La terrible debilidad ideológica de EA y su práctica política lamentable pueden enviar a la porra una operación como esta en cualquier momento. La credibilidad de EA es cero».
Lío entre Batasuna y Bildu
Pues bien, la «izquierda abertzale» exhibió ayer esa «debilidad ideológica» de EA al ir más lejos que Urizar en el rechazo al tiroteo en el que el sábado resultó herido un gendarme francés. El domingo, mientras Sortu se mantenía en silencio, Bildu, y muy especialmente EA, calificaban los hechos como «incidente» digno de ser rechazado, pero que no afecta al proceso de alianza con la «izquierda abertzale». Ante las críticas de la mayoría de partidos políticos y del propio Rubalcaba, que mirará con «lupa» las listas de esta coalición, Urízar matizó ayer que el tiroteo, aunque no cierra nada, «va en la dirección contraria» al «Acuerdo de Guernica». Y como colofón, a última hora de la tarde, una tercera instancia proetarra, Batasuna, dejó en evidencia a sus «socios tácticos» al ir más allá y calificar los disparos del etarra Oier Gómez como un hecho «sumamente grave» e «inaceptable». Por ello, pidió a ETA que se ratifique en los «compromisos de alto el fuego» porque «no son, en absoluto, compatibles con el tiroteo, siendo incomprensible e inaceptable lo acontecido». Así, la «izquierda abertzale» dijo rechazar la agresión de los etarras al gendarme galo, «tanto por su gravedad como porque entorpece la nueva fase abierta en Euskal Herria». Todo ello indica que en el seno de Bildu se ha desatado una guerra interna antes de que esta coalición comience su pretendido tránsito hacia las urnas.
Carpetazo del TS a Sortu
La «Sala del 61» del Tribunal Supremo se reunirá el jueves para acordar si modifica o no su decisión de prohibir la inscripción de Sortu como partido político. Fuentes judiciales indican que existen distintas opciones: la más rápida pasa por que los magistrados rechacen de plano el incidente de nulidad de actuaciones planteado por la nueva marca política de ETA. De ser así, Sortu podría recurrir al Constitucional. Pero también existe la posibilidad de que la Sala tramite el incidente y pida informes al fiscal y al abogado del Estado, que contarían con cinco días para contestar.
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