La gendarmería francesa asegura que «los tiros de ETA eran para matar»

La pareja de presuntos etarras arrestados el domingo en el centro de Francia después de casi un día de persecución policial iban armados y llevaban encima material informático, explicaron hoy a Efe fuentes de la investigación. Los gendarmes requisaron sendas armas de fuego al hombre -que hirió de bala en el hombro el sábado a un gendarme cuando intentaba darles alcance- y a la mujer, precisaron las fuentes, que indicaron que los detenidos también tenían en su poder soportes informáticos.

Los dos están detenidos desde el domingo en la comisaría de Limoges, desde donde deben ser trasladados a París con vistas a su comparecencia ante el juez. No está previsto que se hagan reconstrucciones con ellos en los lugares de la persecución, agregaron las fuentes. Han mantenido silencio en los interrogatorios a que han sido sometidos , un comportamiento habitual en los activistas de ETA al ser capturados, recordaron las fuentes. La Subdirección Antiterrorista (SDAT) de la Policía Judicial se ha hecho cargo de la investigación y, como ocurre en los casos de terrorismo, tiene 96 horas antes de presentar a los arrestados ante la justicia para su eventual procesamiento. Por lo que respecta al gendarme herido , hoy mismo o si no en los próximos días podría ser dado de alta del hospital de Limoges en el que fue ingresado y donde fue intervenido quirúrgicamente. "En cualquier caso, su vida no corre peligro ", reiteraron los responsables de las fuerzas del orden.

La presunta miembro de ETA Itziar Moreno Martínez, arrestada el domingo en Francia, fue arrollada y arrastrada durante cien metros por un vehículo el 31 de diciembre de 2008 c uando intentaba robar una furgoneta para atentar contra el edificio donde están ubicados la televisión vasca y otros medios . Moreno Martínez, alias "Hodei", fue reclutada para formar parte de ETA por Ibai Beobide en 2008. Posteriormente, Moreno se encargó de captar a Oihana Mardaras, "Leia".

Los tres formaron un grupo "legal" de ETA denominado "Basakatu" que operó en Vizcaya a lo largo de ese año. Durante ese tiempo el grupo colocó siete bombas. La acción terrorista más relevante fue la colocación de un coche bomba junto a la sede de la ETB el 31 de diciembre, atentado que ocasionó importantes daños materiales. Para preparar ese atentado, los etarras fabricaron en un trastero del barrio de Miribilla una bomba de 90 kilos de explosivo amonitol que introdujeron en un bidón, según reveló Beobide tras su arresto en febrero del pasado año. El artefacto lo ocultaron durante varios días en una zona boscosa cercana a las instalaciones del Consorcio de Aguas, en Arrigorriaga. Los etarras vigilaron a una vecina del barrio bilbaíno de Buya que salía todas las mañanas con una furgoneta por un camino poco transitado y planearon robarle el vehículo para utilizarlo como coche bomba. La noche del 30 al 31 de diciembre, los miembros del "comando Basakatu" la pasaron en el refugio del monte Pagasarri desde donde descendieron al amanecer para robar el coche. Cuando la mujer pasó con la furgoneta, Itziar Moreno se colocó en la carretera haciéndole señales para que parase, pero la conductora se asustó y siguió adelante arrollándola y arrastrándola un centenar de metros, a pesar de lo cual no sufrió lesiones, según las declaraciones de Beobide. Los etarras tuvieron que robar otra furgoneta que pasaba por el lugar y que fue la utilizada para cargar el explosivo y cometer el atentado. Itziar Moreno, presuntamente, fue quien se encargó de conducir el vehículo y estacionarlo junto a la sede de EITB. Previamente, el 17 de abril, habían colocado un artefacto en la sede del Partido Socialista del barrio bilbaino de La Peña que causó heridas a siete agentes de la Ertzaintza que estaban desalojando a los vecinos del inmueble. El 8 de junio, el grupo colocó una mochila cargada de explosivos en la pared de un edificio de la localidad vizcaína de Zamudio donde estaban la rotativa de "El Correo". La explosión se produjo cuando un grupo de trabajadores se encontraban realizando sus tareas habituales sin que niguno de ellos resultara herido. Al mes siguiente, el día 20, el comando colocó cuatro artefactos de escasa potencia en diferentes puntos de las playas de las localidades cántabras de Laredo y Noja. A principios de 2009, al sospechar que estaban siendo investigados por la policía, los miembros del "comando Basakatu" huyeron a Francia.