«EL BAR DE MOU»
Los quince días de la marmota
Madrid-Barcelona, Barcelona-Madrid. Durante los próximos quince días, todos vamos a ser Bill Murray en el día de la marmota : «Atrapado en el tiempo» en español, y en inglés, «Groundhog Day». Ya conocen el argumento: cada 2 de febrero, en Punxsutawney, Pensilvania, tiene lugar el día de la marmota. Unos señorines enchisterados (¿Villar y Sánchez Arminio?) le abren la puerta: si la marmota no ve su sombra, porque está nublado, deja la madriguera, lo que significa que se adelanta la primavera; si la marmota ve su sombra, porque está soleado, vuelve a la madriguera, lo que significa que se alarga el invierno.
Madrid y Barcelona se van a pegar hasta destrozarse como Miguel Velázquez y Pedro Carrasco (junio del 69) para beneficio de un inglés. Eso, en Europa. En España es otra cosa, porque el Madrid de Plaza fue una broma frente al Barcelona de Villar, que cree estar ante la oportunidad de arrebatarle al Madrid la gloria y la historia, sin darse cuenta de que, por mucho que corra, Red Bull nunca será Ferrari.
La quincena de la marmota arranca con un partido-trampa en el Bernabéu . A Mourinho le sobra inteligencia y talento para saber qué hacer (yo lo jugaría con los suplentes) y a Guardiola le sobran puntos para ir de Fernando VII vestido de Purificación García, que dice Bustos. ¿Por qué Fernando VII, con lo de izquierdas que se cree Pep? Por lo Deseado (no hay cursi en España que no lo tenga por espejo) y por cómo le ponen las carambolas. En cuanto a lo de izquierdas, ésas son cosas que se dicen cuando no se sabe lo que se dice, después de combinar la lectura de «Bella del Señor» y la plática con Roures, el basilisco de la lucha de clases.
Los chicos del disseny que han sacado el cartel de la manita podrían sorprendernos con otro más audaz, y no estoy pensando en combinar la manita con el cochinillo , que parecería una deconstrucción nada derridiana de Ferrán Adriá. A la espera de que el marqués de Del Bosque se manifieste sobre el cartel de la manita con sus pupilos predilectos (suponiendo que ese cartel no sea un reclamo publicitario para animar a la generación ni-ni a sacarse el Graduado Escolar), esa agencia está a tiempo de jugar a Robert Capa y presentarnos a los solidarios milicianos de Guardiola en lucha contra el fascismo de Mou, pues la tontería funciona más de lo que parece: si los muchachos de Pep provocan tarjetas, es una demostración de inteligencia; si las provocan los de Mou, es «conducta deportiva impropia» , ¡qué escándalo para los niños!, y les aplican, mediante reportaje-denuncia de Televisión Española, el correctivo antifascista del resistente Platini en la Uefa.
¿Xavi e Iniesta?¡Villar y Platini!En fin, que esto es Punxsutawney, y ya pueden soltar a Messi.
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