Protestas en varias capitales contra las expulsiones de gitanos en Francia
Activistas de Madrid, París y Bruselas lanzan consignas contra el «racismo» del Gobierno Sarkozy
rafael alvarado
Ayer se sucedieron en Europa las protestas de la izquierda en rechazo de las deportaciones de gitanos llevasa a cabo por el Gobierno francés. En Madrid —frente a la sede de la UE del Paseo de la Castellana— París y Bruselas, varios miles de activistas ... rechazaron la identificación de la comunidad gitana con el asentamiento ilegal, la delincuencia, laprostitucion y la mendicidad infantil.
Algunos han tachado la medida gala de «vacaciones pagadas» para los romaníes —que pueden regresar a Francia cuando deseen—, pero el carácter xenófobo que sugiere para las ONG que luchan contra el racismo han puesto en marcha una convocatoria de protestas en varias ciudades europeas.
La polémica, alentada sobre todo por los círculos de la izquierda europea, no tiene por el momento eco en las grandes comunidades romaníes de Rumanía y Bulgaria, donde están llegando los deportados de los camopamentos ilegales franceses.
Los gitanos son, después de la minoría turca, el grupo étnico más numeroso en Bulgaria. Constituyen el 4.7 por ciento de la población y en los últimos cien años han cuadriplicado su crecimiento demográfico.
El sociólogo Kolio Kolev observa que la natalidad es dos veces superior a la de los búlgaros y la minoría turca. Si se mantienen las actuales tendencias, en los próximos 25 años, cerca de un 40 por ciento de los jóvenes entre los 19 y los 35 años serán de origen gitano. Pero el problema no es, según Kolev, «si dentro de 25 años la gente será más morena que ahora, el problema es que en el momento la minoría étnica gitana vive en una gran miseria y sus hijos no tienen acceso a la educación... así creamos un gran problema de cara al futuro». Muchos especialistas advierten que se está gestando un proceso de «gitanización» de la sociedad. Según algunos observadores, si continúa este ritmo de crecimiento demográfico, en 2020 en Bulgaria habrá cerca de 2 millones de gitanos.
Los estereotipos
En búlgaro existe la expresión «tsiganska rabota» (cosa de gitanos) para denominar algo mal hecho, una chapuza. Para muchos, «gitano» es sinónimo de delincuente. El término posee, en general, una carga semántica peyorativa, por lo cual, quien desea expresarse de forma «políticamente correcta» prefiere llamarlos romaníes. Son muchos los casos de enfrentamientos violentos entre búlgaros y gitanos, iniciados por ambos.
En Bulgaria hay dos grandes comunidades gitanas (la gente las califica de guetos), una en las afueras de Sofía -el barrio Fakulteta- y otra -Stolipinovo- en Plovdiv, la segunda ciudad del país. Viven en chabolas miserables, no tienen alcantarillado, en invierno el frío es terrible y en verano, como el de este año, las enfermedades infecciosas son harto frecuentes. Cierto es que existe interés por su reinserción social por parte de autoridades, partidos, oenegés y fundaciones. La periodista Velislava Dareva, analista de los problemas de esta etnia, afirma a ABC: «Una buena parte del dinero que entra, bien sea por vía de la UE o de fundaciones, va a parar a manos de políticos y de los barones gitanos». Y agrega que para los políticos «los gitanos son simplemente un electorado, cuyos votos se compran a cambio de dos o tres «kepabcheta» (rollos de carne molida a la parrilla).
Frente a esta realidad, se observa también una reinserción y una buena convivencia en poblaciones mixtas. En la ciudad de Levski (norte) y en una serie de pequeños pueblos de la provincia de Veliko Tirnovo, existe un aceptable nivel de integración. Casi todos trabajan y no se registran casos de tensión social. «Donde no hay paro, los problemas son menores», afirma la gente.
No son pocos los casos de jóvenes gitanos de ambos sexos que han logrado un nivel de escolaridad alto. En solitario es significativo el hecho de que en el actual Parlamento haya una joven gitana, Milena Jristova, licenciada en Derecho y en posesión de un máster, miembro de la ejecutiva del movimiento político «Eurorromá». Otro aspecto positivo es que en las últimas elecciones municipales, muchos cargos de concejales fueron ocupados por representantes de esta etnia. Según los sociólogos Andrei Raichev y Kancho Stoev, «los gitanos fácilmente pueden convertirse en una masa con posibilidades de ser organizada políticamente».
La decisión francesa ha reabierto el debate. El director de la Agencia Estatal para los Búlgaros en el Extranjero ha declarado que cada país tiene derecho a definir su política interna, pero que la deportación de grupos de personas «no es bien vista en Europa». Sofía se limita a esperar la decisión que tome Bruselas.
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