Aznar afirma sobre Cuba que la libertad no se somete a subasta

En la reunión participaron 15 de los 20 presos políticos llegados a España en los últimos días, con ayuda del Gobierno español, y tras el acuerdo entre el régimen castrista y la Iglesia Católica. También estuvieron varias Damas de Blanco, esposas de algunos de los excarcelados.

«No es una dádiva»

Aznar subrayó que la salida de los presos de las cárceles «no es una dádiva de la dictadura, sino una victoria de la libertad frente a la opresión» y el resultado de la «integridad» de los disidentes «frente al oportunismo de muchos, dentro y fuera de Cuba». Sus palabras iban dirigidas a los reunidos, pero también parecían tener como destinatario al Gobierno español, sobre todo, cuando aseguró que el futuro de una Cuba en libertad «no llegará poniendo precio a la libertad ni convirtiendo la vida humana en un bien exportable».

Para Aznar, lo que ha hecho el régimen ha sido desterrar a los presos, tratando de comprar su libertad «a un precio tan barato como una nueva condena a la expatriación en un limbo jurídico y vital». Y advirtió, frente a quienes «son complacientes con quienes oprimen a los demás», que «o se está con la libertad o se tolera a los opresores». «Hay cosas —insistió— que no se negocian: la libertad y la dignidad de las personas no pueden someterse a subasta».

Aznar, que antes se había fotografiado con los disidentes mientras estos formaban con sus dedos índice y pulgar una «L», como símbolo de libertad, concluyó con un «Viva Cuba libre», coreado por todos ellos.