Suscribete a
ABC Premium

Instinto de conservación

LAS democracias maduras tienen dos estabilizadores: el instinto de los votantes y el sistema electoral. Ambos han funcionado en Gran Bretaña en perjuicio del liberal Nick Clegg, cuya prometedora irrupción en la campaña había sembrado el pánico en los dos grandes partidos tradicionales hasta crear ... una burbuja de tercerismo. Al final, los electores han descartado la tentación aventurerista en un momento de grave incertidumbre económica y social, y han optado por las fórmulas convencionales con una conducta claramente conservadora. En doble sentido: por la ventaja de los tories y por el reflejo de conservación que implica la confianza mayoritaria en la vieja aunque imperfecta alternativa bipartidista. El mecanismo de distrito uninominal ha hecho el resto y la prevista eclosión de los liberales ha quedado diluida en un gaseoso taponazo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia