El etarra borracho venía de «citas» en un parque
J. A.
MADRID. El etarra Iker Esparza Ortega se saltó todos los manuales de seguridad, lo que propició su detención en la madrugada del pasado lunes en París. El terrorista levantó las sospechas de una patrulla urbana cuando salía en estado ebrio el parque Bois ... de Boulogne, donde se ejerce la prostitución. Esparza, según las fuentes consultadas, había mantenido una «cita» con al menos una profesional del sexo. Se batía ya en retirada, cuando fue abordado por los agentes que sospecharon de sus movimientos. A ello se unió el hecho de que el coche en el que viajaba llevaba una matrícula que no era del departamento de París ni de ningún otro próximo. Por ello, los agentes decidieron interceptarle para proceder a su identificación. Fue entonces cuando se comprobó que el «relevante etarra» iba borracho y que portaba una pistola, así como 17 documentos de identidad falsificados.
La actitud «indisciplinada» de este etarra de «última generación» podría acarrearle su expulsión fulminante de ETA, no sólo por el hecho de haberse dejado detener, sino también por la información que ha facilitado a la Policía. En este sentido, recientes documentos internos de la banda revelan el creciente malestar de los etarras más veteranos hacia los novatos porque su falta de disciplina es, entre otros, uno de los motivos de sus caídas en cadena.
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