Cómo son de verdad los vinos de una de las mejores bodegas del mundo
Sus vinos cuestan entre 800 y 1.400 euros. El crítico de ABC los prueba. Este es resultado del examen
juan fernández-cuesta
Chateau Lafite Rothschild es una de las grandes bodegas del mundo. Con residencia en Pauillac, a pocos kilómetros al noroeste de la ciudad de Burdeos (Francia), empezó a vivir con la plantación de viñas hacia 1670 por la familia Segur. Un siglo más ... tarde, ya era catalogado como el mejor vino de Burdeos . Y casi doscientos años después de empezar a plantar vides, la propiedad fue comprada (1868) por el Barón James de Rothschild. Hoy, la familia Rothschild se mantiene al frente de Chateau Lafite y goza, quizá, del periodo más largo de magníficas cosechas en estos últimos treinta años de vida, según la propia interpretación de la casa: «Las espléndidas cosechas de los años 80 y 90, especialmente 1982, 1986, la trilogía 1988, 1989 y 1990, y luego 1995 y 1996”. Y ya en este siglo XXI, Chateau Lafite considera que “el tiempo demostrará las virtudes indiscutibles de las cosechas 2000, el tórrido año 2003, 2005, 2009 y 2010.»
Acabamos de catar dos de estas cinco últimas (2003 y 2009), junto con las añadas 1999, 2001 y 2002. Siempre vinos con la uva cabernet sauvignon como base , la compañía principal de la merlot, y cabernet franc y petit verdot de añadidos. Y unos precios por botella de 75 cl. entre los 800 euros y los 1.400 euros sobre las botellas que hemos catado.
Chateau Lafite Rothschild 1999. Variedades de uva: cabernet sauvignon (74%), merlot (18,5%), cabernet franc (6%) y petit verdot (1,5%). Grado de alcohol: 12,9%. Acidez total: 3,45 g/l. Afectados los aromas por TCA (tricloroanisol), compuesto químico que transmite al vino olores que impiden su correcta cata y su degustación. Pese a ello, mantiene al principio un nivel espectacular en boca, toda la finura y bastante longitud que queda al fin arruinada por el citado TCA.
Chateau Lafite Rothschild 2001. Variedades de uva: cabernet sauvignon (86,5%) y merlot (13,5%). Grado de alcohol: 13,05%. Acidez total: 3,5 g/l. Creo que fue el vino que más se ajustó al momento de consumo óptimo, aunque la propiedad asegura que es necesario esperar 20 años para alcanzar el tiempo exacto. Elegante de principio a fin, con una extraordinaria longitud y un volumen envidiable. Un vino distinto, que te deja una sensación plena.
Chateau Lafite Rothschild 2002. Variedades de uva: cabernet sauvignon (87%), merlot (9,5%) y cabernet franc (3,5%). Grado de alcohol: 12,5%. Condiciones climáticas difíciles que afectaron a una añada ciertamente decepcionante. Evidentemente, gran trabajo en bodega pero que no altera el fondo del asunto: comparativamente se trata de un vino menor, sin consistencia.
Chateau Lafite Rothschild 2003. Variedades de uva: cabernet sauvignon (86%), merlot (9%), cabernet franc (3%) y petit verdot (2%). Grado de alcohol: 12,7%. Acidez total: 3,31 g/l. Mucho trabajo en campo después de un verano que la propia bodega calificó de «tórrido». Muchos seguidores de este vino, aunque se nota en boca que tiene tiempo aún por crecer. Espléndida fruta, perfecto juego con la barrica y un atrevimiento por mi parte: hubiera preferido algo menos de merlot a cambio de aumentar un poco el porcentaje de la petit verdot.
Chateau Lafite Rothschild 2009. Variedades de uva: cabernet sauvignon (87%), merlot (9,5%) y cabernet franc (3,5%). Grado de alcohol: 13,59%. Acidez total: 3,38 g/l. Muchos años por delante para convertirse en un vino espectacular, el mejor con diferencia de todos los catados si se le espera. En la línea del 2001, pero con una fruta superior. Será grande entre los grandes.
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