gastronomía
La «revolución» de la venta de empanadas por internet
Un horno gallego conquista los paladares del mundo con la venta de productos típicos artesanos en tuempanadagallega.com
La «revolución» de la venta de empanadas por internet
Es fácil seguir hoy el Camino de Santiago. Basta consultar una guía o simplemente dejarse llevar por los carteles e indicadores que lo acompañan. En el siglo XII, no obstante, cuando ni la rotulación ni las señales viales existían, los peregrinos también sabían cómo orientarse ... hasta la tumba del apóstol. Tenían la certeza de que se aproximaban a la ciudad santa por el olor, cada vez más intenso, a gloria divina. Reconocían el reconstituyente e inconfundible olor a masa de pan elaborada a mano y rellena con los magníficos frutos del mar.
Aquella milagrosa simbiosis entre panes y peces conocida como empanada gallega recibía al viajero a su llegada a la ciudad santa. También en la mismísima catedral de Santiago. En el mismo pórtico de la gloria las dispuso el maestro Mateo. Los nobles sentados a la mesa en esta gran estructura arquitectónica incluyen en su banquete tan deliciosa especialidad de la gastronomía galaica que hoy cobra fama universal y anda tan buscada como el jubileo. Pero para los que no pueden darse el lujo de caminar hasta el casco viejo santiaguino o la plaza de Maria Pita coruñesa, ahora existe t uempanadagallega.com , una empresa que las envía a cualquier lugar de España, e incluso del extranjero, con el mismo olor, y sobre todo sabor, de los viejos obradores caseros.
El negocio es novedoso, pero la receta no puede ser más artesana. Es de la abuela Benita, que en los años cuarenta abrió un horno en Pueblo del Ribeiro, en Orense. El local, al que han dado larga vida dos generaciones posteriores, se convirtió pronto en otro lugar de peregrinación al que acudían los vecinos y paladares ansiosos de buena miga. Así que, «las constantes peticiones de gente de otras provincias que alguna vez han pasado por aquí y han probado nuestras famosas empanadas» les han llevado a aliarse con las nuevas tecnologías. De la mano de Internet, han conseguido demostrar al mundo que sí es posible aún comer hoy empanadas como las de antes.
Basta entrar en la página web tuempanadagallega.com y elegir el sabor preferido entre los nueve que de momento se ofertan: de bacalao o bacalao con pasas, de congrio, xoubiñas (sardinillas),de zamburiñas, pulpo, ventresca de bonito o, si se prefiere relleno de carne, raxo (solomillo) o zorza. Todas con ingredientes de «primera calidad cocinados en el propio obrador, entre los que contamos con una base de productos de nuestras huertas, a los que añadimos los productos salidos directamente del mar o de nuestro campo», explican los promotores de la empresa. Lo que no lleva ninguna son aditivos ni conservantes. Solo componentes naturales que explican su periodo de vida limitado, así como esa textura y esa jugosidad de los guisos realizados sin prisa, a fuego lento, con el mimo de quien cocina en casa.
Desde que el cliente confirma su pedido en la web o en el teléfono, pasarán como mucho 24 horas hasta que un repartidor se la entregue en la puerta de su casa. A partir de entonces, dispondrá de dos días para consumirla si la conserva a temperatura ambiente; tres días si la mete en el frigorífico y, hasta tres meses, en caso de congelarla. Eso es lo que asegura la publicidad. En la práctica, es raro que dure más de un abrir y cerrar de ojos, o de boca. Tan pronto se le hinca el diente, tiene los minutos contados. Puede dar fe de ello una amplia clientela que solicita empanadas desde cualquier punto de España, sobre todo Cataluña y Andalucía, pero también desde Estados Unidos.
La empanada llega precocida y solo debe calentarla veinte minutos a setenta grados. Saldrá lista para disfrutarla, a poder ser, acompañada de un animado trago gallego. Tuempanada gallega.com permite también adquirir vinos, licores y postres autóctonos con el mismo pedido. El pack compuesto por una empanada, un vino riberiro o albariño, una tarta de Santiago y un licor cuesta 59,50 euros (aparte gastos de envío). Si se opta por la empanada sola sale por entre los 21 euros de la de ventresca de bonito y los 24,50 de la de pulpo o zamburiñas. Con un peso aproximado de 1.400 gramos, da para que la degusten entre ocho y diez comensales: ya no habrán de viajar a Galicia para chuparse los dedos, pero sí para redimir el pecado de gula a los pies del Apóstol.
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