Cinco playas de España que quizás no conocías

Aquellos que disfruten caminando encontrarán en esta playa una bonita ruta para saborear el paisaje, un paseo que, sin duda, merece la pena. Existen diferentes opciones para llegar hasta aquí. Para los que prefieran andar lo justo existe la posibilidad de llegar en coche casi hasta el refugio de Coll Baix, que cuenta con un área recreativa con mesas y baño, y de ahí bajar el último tramo a pie, o, también, se puede optar por ir en barco, bien de alquiler o con una de las excursiones que salen desde el puerto Alcudia.

Ubicada en la península de Alcudia, al noroeste de Mallorca, esta playa totalmente virgen, de unos 300 metros de longitud , está protegida por altos acantilados y una zona de pinar. Ojo porque aquí no encontrarás arena, sino piedrecitas y gravilla, pero sus aguas, que bien podrían ser las de cualquier playa caribeña, harán que el esfuerzo realizado merezca la pena.

Hasta Girona hay que ir para conocer cala Estreta, una playa virgen rodeada de acantilados integrada en el paraje de Es Castell , espacio de interés natural. Para acceder a ella hay que hacerlo a pie en un recorrido de unos 30 minutos, de ahí que no suela estar muy concurrida. Ofrece aguas cristalinas y poco profundas y arena gruesa. Sus 100 metros se ven cortados en dos por una formación rocosa bautizada como la Roja, lo que le aporta aún más encanto a esta estampa catalana.

Justo en frente de esta playa, a aproximadamente un kilómetro, están las islas Formigues, cuatro islotes muy apreciados por los submarinistas debido al rico fondo marino que las rodea.

Cantabria cuenta con algunos de los parajes más bellos del país. Su abundante naturaleza, sus playas de ensueño y sus coquetos pueblos atraen, cada año, a turistas de todo el mundo. Entre sus múltiples opciones de baño hay una que, aunque no está entre las más conocidas, sí es una de las más curiosas. La playa de la Arnía, situada en pleno corazón de la Costa Quebrada, en el municipio de Piélagos, ofrece unos 200 metros de arena fina y dorada con vistas al mar Cantábrico rodeado por acantilados de roca caliza . Lo más llamativo son las rocas puntiagudas que emergen del mar y su espectacular plataforma de abrasión, es decir una porción rocosa y plana del suelo que ha ido erosionándose a través de los siglos. No hay que perderse el mágico atardecer que regala este rincón cántabro.

Situada al pasar el famoso arenal de Areas, en Sanxenxo (Pontevedra) está la playa de Agra, un precioso rincón rodeado de árboles y resguardado del oleaje por las rocas de Punta Festiñanzo . Tiene una longitud aproximada de 200 metros de fina arena blanca en los que relajarse y darse un chapuzón en sus hipnóticas aguas. Los amantes de la naturaleza podrán observar, también, las plantas típicas de zonas dunares, como las equisetas y la orobanchia. Se trata de una playa poco concurrida en la que sí se pueden ver algunos barcos de recreo que fondean por la zona.

Pese a ser una de las playas más conocidas del Cabo de Gata por su belleza, no se trata de una de las más concurridas debido a su complicado acceso. Ubicada a los pies de un acantilado, a medio camino entre las localidades de Carboneras y Agua Amarga, esta playa virgen de gravilla blanca ofrece más de un kilómetro de largo, aguas cristalinas y un rico fondo marino perfecto para practicar snorkel. Imprescindible es contemplar la espectacular estampa que ofrece el mirador situado antes de la bajada desde donde ver en todo su esplendor el peñón cortado, una gran roca a pie de mar esculpida por los vientos y el oleaje.

Hay que tener en cuenta que la orilla tiene bastante desnivel y enseguida cubre, por lo que no es recomendable, si vas con niños, dejarles jugar solos. No es aconsejable, tampoco, acudir los días con viento fuerte de levante ya que el baño se vuelve peligroso.