La rebelión de los chefs: los grandes cocineros se manifiestan frente al Congreso

Indignación con el ministro de Consumo, Alberto Garzón , por sus declaraciones negando que la hostelería aporte valor añadido. Las cifras lo desmienten. Además del importante reclamo que bares y restaurantes suponen para el turismo, los trabajadores del sector, cocineros, camareros, jefes de sala, sumilleres o personal auxiliar sumaban, a principios de marzo, 1,7 millones. Y aportan un 6,2 por ciento del PIB. Eso sin incluir a otros elementos clave como los proveedores, que en buena parte dependen de la hostelería. Nada menos que 314.000 establecimientos tuvieron que cerrar sus puertas cuando se decretó la alarma. Juanjo López, propietario de La Tasquita de Enfrente y encargado de leer el manifiesto ante el Congreso, nos aseguraba que muchos de ellos no van a poder abrir, se quedarán en el camino. «Nos encontramos a partir de ahora con grandes limitaciones y aforos reducidos, además no todos tenemos terraza, y por si fuera poco nos espera un escenario económico negativo».

Entre los asistentes, cocineros con estrellas Michelin junto a colegas de tabernas y casas de comidas y algunos propietarios de grandes grupos. También rostros populares del sector como los televisivos Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nájera . A todos, sea cual sea el nivel en el que se mueven, les afecta profundamente esta situación. En el manifiesto, los profesionales recuerdan que durante estos meses han estado de manera altruista donde se les necesitaba, cocinando para los más desfavorecidos. Reconocen que aunque se trata de un sector «luchador, duro y solidario», ahora está en un momento de extrema debilidad. Por eso, como «parte del tejido empresarial y emocional de este país» exigen esas medidas económicas que les permitan salir adelante. Juanjo López nos explica que sus peticiones pasan, principalmente, por una flexibilización de los ERTE hasta diciembre para proteger a sus equipos y una reducción del IVA similar a la aprobada en Alemania.

Otra gran reivindicación de los cocineros es poder participar en las conversaciones con las que el Gobierno diseña la vuelta a la normalidad. «Somos los que conocemos la realidad del día a día y podemos ayudar a definir la nueva normativa», añade el comunicado. En esa línea, Ramón Freixa , dos estrellas Michelin, declaraba a ABC que «es necesario el diálogo y que el Gobierno tenga en cuenta la opinión y las necesidades de la hostelería. En el Congreso, nuestras chaquetillas representan el grito silencioso de los millones de personas del sector que necesitan medidas y ayudas para salir adelante». La normalidad está más cerca, pero el futuro de la hostelería sigue pintando bastante negro.