Adiós al Imserso: siete viajes por carretera que puedes hacer en la jubilación

Además, España es un país fácil para recorrer en coche, con buena infraestructura, una oferta hotelera extensa y pueblos que, lejos de estar desconectados, mantienen su oferta turística durante todo el año.

Desde ABC te proponemos ocho rutas para hacer en coche que son buenos ejemplos de destinos accesibles, con buena comida, alojamientos tranquilos y paisajes que se disfrutan mejor cuando no hay que mirar el reloj.

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Costa del Sol y Serranía de Ronda

La provincia de Málaga es mucho más que playa y chiringuito. Málaga, Nerja y Ronda forman una ruta corta pero variada, fácil de hacer en coche y perfecta fuera del verano. En Málaga, por ejemplo, merece la pena pasear por el centro, visitar la Alcazaba o el Museo Picasso y acabar el día en el puerto. En Nerja, las playas están bien cuidadas y muchas son accesibles, como la de Burriana. Ronda, a una hora y media en coche, ofrece un cambio total de paisaje, con su Puente Nuevo y las vistas del Tajo. Comer bien es sencillo: El Pimpi en Málaga, los chiringuitos de Nerja o Tragatá en Ronda son valores seguros. Además, la primavera y el otoño son los mejores momentos para disfrutar de los destinos de la provincia, que suelen estar masificados en verano.

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Camino de Santiago en coche

Hacer el Camino de Santiago no implica caminar cientos de kilómetros. Recorriéndolo en coche, desde Burgos o León, se pueden visitar los principales puntos del trazado francés sin esfuerzo: las catedrales de Burgos y León, el monasterio de San Pedro de Cardeña o los pueblos del entorno del Bierzo. Además del patrimonio, el viaje tiene otro atractivo: la comida. Morcilla y lechazo en Burgos, cecina y botillo en León, vinos de la Ribera del Duero o del Bierzo. Son rutas con buena red de carreteras, alojamientos cómodos y pueblos tranquilos donde es fácil parar a descansar.

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La Alpujarra granadina

La Alpujarra, al sur de Sierra Nevada, conserva un ambiente tranquilo que encaja bien con un viaje sin prisas. Los pueblos de Órgiva, Pampaneira o Capileira se comunican por carreteras estrechas pero en buen estado, con paisajes que invitan a parar cada poco. La arquitectura blanca de sus casas y los tejados planos siguen siendo la imagen de la zona, y la cocina mantiene el sabor de siempre: jamón serrano, migas, guisos de cuchara y dulces moriscos. Hay muchos alojamientos rurales bien equipados y con buenas vistas. Conviene conducir despacio y planificar las etapas, porque los trayectos pueden ser cortos en kilómetros, pero largos en tiempo.

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Ruta de los Pueblos Blancos por Cádiz y Málaga

Esta ruta cuenta con algunos de los pueblos más bonitos del Andalucía (Grazalema, Zahara de la Sierra, Setenil de las Bodegas o Frigiliana). Son municipios pequeños, con calles empinadas y casas encaladas que se mantienen impecables. El recorrido se hace por carreteras secundarias con poco tráfico, y las distancias son cortas, lo que permite viajar tranquilamente. La zona es también un buen destino gastronómico: quesos payoyos, chacinas, guisos de montaña o aceite de oliva de primera. Si se evita el verano, el clima es perfecto y los pueblos se disfrutan sin agobios.

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La Rioja y la Ruta del Vino

Para quienes disfrutan del vino y la buena mesa, La Rioja es una apuesta segura. La ruta puede empezar en Haro y continuar por Laguardia o Santo Domingo de la Calzada, con paradas en bodegas que ofrecen visitas guiadas y catas. Muchas instalaciones están adaptadas y cuentan con alojamientos rurales o pequeños hoteles dentro de los propios viñedos. Además del vino, hay platos que justifican el viaje por sí solos como las patatas a la riojana, las chuletillas al sarmiento o el bacalao. Es una ruta fácil, con carreteras suaves y pueblos muy cercanos entre sí.

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La Ruta de la Plata: de Mérida a Gijón

Esta antigua vía romana atraviesa España de sur a norte y permite conocer una parte menos saturada del país. Desde Mérida hasta Gijón, pasando por Cáceres, Salamanca y León, la Ruta de la Plata mezcla historia, gastronomía y paisajes muy distintos. En Mérida, el teatro romano sigue siendo una visita imprescindible; en Cáceres, su casco histórico es uno de los mejor conservados de Europa; y en el norte, los paisajes verdes de Asturias ofrecen un cierre perfecto al viaje. No es una ruta para hacer de un tirón, sino por tramos, alternando días de conducción con jornadas de descanso. Las carreteras están en buen estado y hay muchos alojamientos rurales y paradores a lo largo del camino.

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Circuito cultural por Andalucía: Sevilla, Córdoba, Úbeda y Baeza

Para un recorrido más urbano, Andalucía ofrece una combinación difícil de igualar. Sevilla y Córdoba concentran algunos de los monumentos más visitados de España: el Alcázar, la Mezquita, la Catedral o la Judería. Desde Córdoba, merece la pena continuar hacia el norte de Jaén para conocer Úbeda y Baeza, dos ciudades renacentistas declaradas Patrimonio de la Humanidad. El viaje se hace por buenas carreteras y con una oferta hotelera amplia. Comer bien es fácil: salmorejo, flamenquín, pescaito frito o aceite de oliva virgen extra. Además, si se eligen alojamientos céntricos, apenas hace falta usar el coche.