A la conquista de 19 castillos y fortalezas de Navarra

Entre muros y almenas, se han camuflado 16 cajas con juegos de pistas que deben descifrarse para encontrar el tesoro y en otras tres fortificaciones se han ocultado multicajas con pistas encadenadas. Un desafío para los nuevos buscadores de tesoros o familias con niños convertidas en « geocachers » que ya han completado con éxito veinte grupos de cazatesoros .

Solo hay que registrarse en la web de Geocaching y abrir una cuenta como jugador para obtener sin coste alguno las coordenadas que sirven para buscar los tesoros y registrar sus hallazgos. También se han camuflado chapas de «tres bichos viajeros» , a los que se debe ayudar a cumplir su misión. «Por ejemplo un bicho puede pedir que se le ayude a recorrer los castillos del mundo», explican en la oficina de Turismo de Navarra. Si el que lo encuentra planea visitar otros castillos en España o el extranjero debe llevárselo y dejarlo en su nueva ubicación para que éste pueda llegar a completar un día su misión.

Completada toda la ruta, los participantes reciben instrucciones para conseguir su diploma acreditativo de «Conquistador de Castillos», así como una de las monedas coleccionables con el logo de la Ruta reservadas para los 150 primeros buscadores de tesoros.

El recinto amurallado de Pamplona y la Ciudadela , con su Centro de Interpretación de las Fortificaciones en el Fortín de San Bartolomé es uno de los hitos de la Ruta más visitados por los jugadores en este reto, seguido por el Castillo de Olite cuya parte más significativa data del reinado de Carlos III el Noble.

Viana , fundada por el rey Sancho el Fuerte para defender la frontera con Castilla y en cuyo sitio murió César Borgia, es otro enclave destacado, así como el Castillo de Marcilla que conservó en su día la espada del Cid Campeador o el Castillo de Javier donde nació en 1506 San Francisco Javier y cuyo Cristo gótico se cuenta que sudaba sangre mientras el santo agonizaba en Oriente.

Navarra llegó a tener cien castillos en la época medieval, según reseña el historiador Juan José Martinena , pero las guerras con Castilla y las luchas entre agramonteses y beamonteses causaron la runia de algunos y tras la conquista en 1512 otros fueron demolidos. «Solo se salvaron los que habían pasado a poder de linajes poderoso, como los Beaumont o los Peralta. Algunos, como el de Javier, fueron simplemente despojados de sus elementos defensivos, otros fueron derribados y sus ruinas acabaron siendo canteras gratuitas, de las que se sacaba la piedra para construir casas o reedificar iglesias», añade Martinena.

Los 19 hitos que han sobrevivido al paso del tiempo y que ahora forman la Ruta turística «dan una idea de la historia del Viejo Reyno», a juicio del historiador que también invita a visitar otras fortificaciones como la casa torre de Zabaleta, el palacio fortificado de Arazuri, el castillo de Peña o el de Ablitas, aunque éstos sin pistas ni GPS.