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Ronaldo Nazario, Romario, Roberto Baggio, Matthaus, Buffon, Totti, Batistuta, Bergkamp, Nedved, Ibrahimovic, Cannavaro, Cantona, Ballack, Owen, Weah, Butragueño, Van Nistelrooy... La lista es todavía amplia, pero, por el nombre de estos brillantes jugadores, el lector puede hacerse una idea de la dificultad de una Champions . ¿ Cuántas Copas de Europa suman entre todas estas estrellas de la historia moderna del fútbol? Cero, aunque sorpresa. Ninguno de ellos ganó la competición de clubes más potente del mundo y eso que en esa nómina aparecen unos cuantos campeones del mundo y de Europa con sus respectivos países, de la extinta y potente UEFA, de las mejores ligas europeas y de un buen número de torneos más. Pero no de la Champions League .

La grave situación financiera del Barcelona, y las dificultades con las que se está encontrando Joan Laporta para activar las ‘palancas’ económicas que permitan revertir el crítico momento, han obligado al presidente azulgrana a plantearse una segunda propuesta de rebaja salarial a la plantilla. Sobre todo a los futbolistas que mantienen los contratos más altos y que son inasumibles para la viabilidad económica y deportiva del club. El dirigente pretende reducir la masa salarial para alcanzar el ‘fair play’ financiero que exige LaLiga y que condiciona también la contratación de refuerzos.

Una vez superado el mal trago de la primera parte de La Cerámica , donde el Liverpool realmente pensó que el Villarreal le alejaba de París, un pensamiento ocupó la psique de Mohamed Salah . Acabó el partido y, exento de una felicidad desbordante tras la clasificación para su segunda final de Liga de Campeones, el extremo egipcio atendió a la prensa aún vestido de corto, aún goteando sudor: «Si me preguntas a mí personalmente, prefiero al Madrid en la final», reconoció con una media sonrisa. Los de Ancelotti hicieron caso al atacante y firmaron otra remontada imposible ante un incrédulo City : la final de Kiev de 2018 -aquella que supuso la decimotercera Copa de Europa para los blancos y aquella que Salah abandonó entre lágrimas tras ser lesionado por Sergio Ramos- será reeditada el sábado. Y el africano reclama venganza.

Real Madrid y Liverpool son por derecho propio dos de las dinastías más poderosas del fútbol europeo. Españoles e ingleses, que suman 13 y 6 ‘orejonas’ respectivamente, han escrito buena parte de la historia de la Copa de Europa y, posteriormente, de la Champions League. Del inicio arrollador de los blancos, que ganaron los cinco primeros torneos (1956-1961), al dominio de los de Anfield a finales de los setenta y principios de los ochenta, etapa en la que levantaron el trofeo en tres ocasiones. Blancos y rojos mojan de nuevo la pluma en tinta, pues mañana se vuelven a enfrentar en una final. En las horas previas, se desentierran los recuerdos y florecen las cuentas pendientes.

Si el Real Madrid puede elegir entre Plácido Domingo y RedOne (¡Hala, Madrid, y nada más!) y José Aguilar y Luis Cisneros Galiane ('Las mocitas madrileñas') para ponerle música a la final de la Champions esta noche en el Stade de France, su rival, el Liverpool , tiene solo un himno que llevarse a la boca; pero probablemente nadie discuta que en este apartado ganan los británicos gracias a su emocionante himno, ' You'll never walk alone ' ('Nunca caminarás solo'), que ha provocado escalofríos en jugadores como Xabi Alonso y Pepe Reina, que militaron en el equipo inglés, cuando lo han escuchado en decenas de miles de gargantas en Anfield. Pero, ¿de dónde procede esa canción y cuál es el origen de esta tradición?

Seis años después de convertirse en un proscrito, de poner patas arriba la NFL al arrodillarse por primera vez al sonar el himno estadounidense, la carrera de Colin Kaepernick en el fútbol americano está a punto de relanzarse de forma inesperada. La Liga estadounidense ha confirmado que el quarterback de Nevada se entrenará a partir de la próxima semana con Las Vegas Raiders , la primera franquicia en dar una oportunidad a un jugador que se convirtió en un símbolo de la lucha contra el racismo a costa de condenar su carrera deportiva.