Laporta prepara otro tijeretazo salarial a parte de la plantilla

«Según LaLiga, ni ingresando 600 millones de euros podríamos tener margen salarial. Ahora estamos bloqueados », advertía Laporta en una entrevista concedida a ‘L’Esportiu’. Ante esta situación no esconde la posibilidad de tomar «decisiones drásticas» y reducir esa masa salarial «de una manera que no es la que nos gustaría, aunque sea tomando algunos riesgos, ya que no puede ser que no podamos fichar a nadie para la próxima temporada». Hay que recordar que jugadores como Christensen y Kessié ya están contratados y que se pretende a Lewandowski.

El dirigente no esconde que la masa salarial «es muy difícil de reconducir por una vía pacífica» y advierte que «quizás deberemos acudir a una vía más drástica y más conflictiva para tener ‘fair play’ financiero». En este sentido, el programa radiofónico ‘Sin concesiones’, de Radio Kanal Barcelona, advertía el miércoles que Laporta exigirá una rebaja salarial a los jugadores del Barça con la ficha más alta, «y, si no aceptan, se plantea acudir a los tribunales para imponerla, basándose en el artículo 41 del Estatuto de los trabajadores que permite modificar condiciones de trabajo». No obstante, el club debería justificar sus problemas y desvincular su incapacidad para pagar esas nóminas con su presencia en el mercado de fichajes. Los jugadores podrían negarse a aceptar esa rebaja y conseguir la rescisión de sus contratos o pactar una carta de libertad en la que el Barça asuma la diferencia de ficha con el equipo de destino.

Desde el club se reconoce la necesidad de alcanzar acuerdos y consensos porque existe el peligro de «acabar en los tribunales». En el nuevo tijeretazo no entrarían los futbolistas que ya han renovado a la baja ni los fichajes que llegaron con unas condiciones ajustadas a la realidad del club. Hay que recordar que a causa de la pandemia se han ido negociando diferentes rebajas, aplazamientos y diferimientos, tanto salariales como de las variables. Jacinto Vicente, abogado especialista en derecho deportivo, advierte que la única solución es alcanzar un acuerdo consensuado porque «ir a un contencioso sería casi un suicidio». El letrado explica a ABC los riesgos de una decisión unilateral: « Un recorte a la brava significa ir a juicio . A partir de ahí, el club tiene que demostrar sus razones, hay unos plazos judiciales, no vas a llegar a tiempo de echar al jugador antes de que empiece la temporada...».