El exclusivo club madridista de las cinco Champions

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La pasada semana, antes de la decisiva jornada final en la Premier, Pep Guardiola sacó pecho asegurando que las ligas, en especial la inglesa, son mucho más difíciles de ganar que la Champions . Ancelotti, en su comparecencia pública el pasado martes durante el ‘media day’ del Real Madrid , salió al paso al asegurar que eran competiciones distintas y que, por lo tanto, no había lugar a la comparación. Un debate en boga, con opiniones para todos los gustos, pero una única realidad. La Champions es el torneo con más glamur y caché, y no hay ni un solo jugador que, estando en condiciones de ganarla, anteponga cualquier otro torneo a levantar la orejona. Esa es una verdad irrefutable que hace gigante la brillante era que el Real Madrid inició en 2014 y que hoy, ocho años después, aún sigue bien viva.

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París puede suponer la Champions número 14 para la entidad blanca, pero también la quinta Copa de Europa para un tercio de su plantilla. Marcelo , Carvajal, Nacho, Casemiro, Modric, Isco y Bale y Benzema elevaron al cielo de Lisboa la Décima y otro triunfo en Saint-Denis les situaría en el selecto club de los cinco veces campeones de Europa. También a Kroos, pero, en su caso, ha ganado tres con el Real Madrid (2016, 2017 y 2018) y una con el Bayern (2013). Todos ellos se unirían a un reducido grupo en que también están los madridistas Di Stéfano, Rial, Marcos Alonso, Juanito Alonso, Lesmes, Zárraga y Cristiano, y los milanistas Maldini y Costacurta.

En Lisboa (2014) inició esta generación su laureado camino en la Champions. Allí Marcelo e Isco , suplentes, revolucionaron al equipo desde el banquillo. Casemiro no fue convocado, pero sus 20 minutos de hormigón en Dortmund, en la vuelta de cuartos, fueron clave para obtener la tan ansiada Décima. Como el gol de Bale, el 2-1 de la prórroga que permitió tumbar al Atlético.

En Milán (2016) , otra vez Casemiro sostuvo al equipo cuando peor lo estaba pasando su equipo. Carvajal se fue antes de tiempo, lesionado y con lágrimas de impotencia, lo mismo que le sucedió en la de Kiev. En la tanda de penaltis de San Siro, Bale y Marcelo anotaron sus respectivos lanzamientos.

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La final de 2017 fue la más brillante de todas. Repaso a la Juventus (4-1), con Modric y Casemiro desatados en el centro del campo. El brasileño, de hecho, hizo el 2-1 que ponía el partido cuesta abajo para los blancos. Marcelo y Carvajal fueron dos puñales por sus bandas. El lateral de Leganés le dio el 1-0 a Cristiano, el croata el 3-1 al propio Ronaldo, y el defensa brasileño el 4-1 a Asensio.

Kiev, en 2018, tuvo protagonismo doble: Benzema, astuto como nadie para interceptar un pase de Karius, el portero del Liverpool en aquella final, y hacer el 1-0. Y Gareth Bale , en su último momento mágico vestido de blanco. Chilena increíble en el 2-1, y gol de la tranquilidad en el 3-1, de nuevo con la colaboración del guardameta red. En París, mañana, buscarán la gloria eterna.