reigión
«Sin nosotros, la Semana Santa no iría por buenos derroteros»
La Junta de Cofradías cumple 25 años. En este tiempo se ha pasado de una semana «con pocos cofrades» a conseguir que desde el Viernes de Dolores al Domingo de Resurrección «haya una procesión en la calle»
j. a. pérez
Antonio Torres Márquez (Los Corrales, provincia de Sevilla, 1941) anda estos días intranquilo. Supongo que con los nervios lógicos que se presentan cada año cuando el largo invierno va muriendo para dar paso a la primavera y su Semana Santa. Desde el jueves, Toledo acoge ... el Encuentro Nacional de Cofradías y Antonio, como presidente de la Junta de Cofradías, Hermandades y Capítulos de la Semana Santa de la Ciudad Imperial, quiere que la cosa salga perfecta. Casi, casi será su último evento como presidente, pues el año que viene lo deja. Por esto y porque la Junta celebra este año su 25 aniversario, la charla habla de pasado, presente y futuro.
—¿Qué balance hace de estos 25 años?
—El balance es positivo, en especial en los últimos 10 años, donde la Junta de Cofradías ha tenido el reconocimiento con la Declaración de Interés Turístico Nacional y, a los ocho años justos, la Declaración de Interés Turístico Internacional. Esto no te lo dan por las buenas, sino que es gracias al esfuerzo de muchos hombres y mujeres cofrades que han dedicado mucho tiempo a sus cofradías. Tanto en el arreglo de carrozas, de imágenes, puesta en escena en la calle... en fin, un conjunto de cosas que han llevado a relucir nuestra Semana Santa que tiene un marco incomparable en Toledo.
—¿Cómo se coordina a 20 cofradías?
—Cada cofradía es autónoma, se maneja por sí sola, pero luego se coordinan desde la Junta en asambleas. Se acuerdan proyectos que cada cofradía va cumpliendo. Y la asamblea, al final de cada año, refrenda el trabajo realizado y se emiten informes al arzobispado para que tenga conocimiento del trabajo realizado. La verdad es que no surgen muchos problemas, siempre hay opiniones diferentes, pero la asamblea es responsable con aquello que decide y se decide siempre por mayoría.
—¿A lo largo de estos 25 años siempre han sido 20 las hermandades?
—No. Cuando se inició la Junta de Cofradías, en Toledo solo se «procesionaba» el Domingo de Ramos (la de Palmas) y el Viernes de Dolores, que es la procesión más antigua y se «procesionaba» en martes, jueves y viernes santo. En los últimos diez años se ha conseguido que en Toledo, desde el Viernes de Dolores al Domingo de Resurrección, haya una procesión en la calle. Algo que es difícil de lograr, pero se ha hecho a través de muchas reuniones, conversaciones...
—¿Cómo era la Semana Santa en 1989 (el año que nació la Junta)?
—Era una semana de pocos cofrades y no se conocía la Semana Santa de Toledo nada más que en Toledo. En estos 25 años, aparte de los reconocimientos, hemos ganado que nuestra Semana Santa esté a la altura de otras de mucho prestigio como Málaga, Sevilla, Zamora, Valladolid... y que tenga identidad propia por sí misma.
—¿Y cómo sería hoy la Semana Santa sin la Junta de Cofradías?
—Mmmm... (se toma un tiempo prudencial antes de responder) Dicen que toda organización tiene que estar organizada. Probablemente no tendríamos el orden de hoy, la disponibilidad para ponernos de acuerdo y decir hacemos esto o no hacemos lo otro. Creo que sería muy diferente y no iría por muy buenos derroteros.
Cuando don Marcelo González Martín (arzobispo de Toledo entre 1971 y 1995) dijo que se tenía que hacer una Junta es porque se dio cuenta que cada cofradía iba por un camino. «Procesionaban» ordenadamente, pero no había entendimiento, era la voluntad de los cofrades que se reunían y hacían su Semana Santa. Hoy está todo programado, a Don Braulio se le informa de todo, no movemos un papel hasta que él no da su visto bueno.
—¿Cuáles son los retos cercanos a los que se enfrenta la Junta?
—La Junta va paso a paso porque, como todo, hay que dotarla de maquinaria para que ruede. Hoy los medios económicos están escasos, aunque instituciones como el Ayuntamiento de Toledo, la Diputación o la Junta de Castilla-La Mancha colaboran en la divulgación de la Semana Santa, no solo a nivel local, sino también al exterior. Para mí el reto es mantener y mejorar lo que tenemos.
Creo que eso es lo que se hizo cuando nos dieron la Declaración de Interés Turístico Nacional. Que cada cofradía mejore todo aquello que tiene, despacito, para que se vea que el reconocimiento no ha sido en balde.
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