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Una muy ajustada conjunción poético-estética
Reseña del libro «Papel de aguas», del poeta José Ángel García
Una muy ajustada conjunción poético-estética
Papel de aguas. De Ediciones Almud. Biblioteca Añil Literaria. Toledo, 2014 79 páginas
En la singladura de la copiosa obra poética y literaria del prestigioso autor conquense (aunque madrileño de nacimiento) José Ángel García, se llega ahora a un vistoso puerto, el que constituye el ... preciado fondo y la forma atractiva, tan sugerente, de este libro recién publicado, aunque de redacción muy anterior en la ya larga e incesante escritura de García.
Lo que llama poderosa y constantemente la atención al terminar la rotunda lectura de Papel de aguas es la vigorosa conjunción que muestra a través de su discurso, ora aforístico (cual la proposición tipo witgensteiniano), ora lírico (siempre económico, igualitario, renunciado en todo momento a la letra mayúscula), abocado a lo subjetivo, unido al supremo valor y condición dotada a la palabra (tanto lexías como morfemas gramaticales e incluso sílabas aisladas, pocos verbos y abundante nominación). Fábula poética ensamblada en una inteligente y sorpresiva distribución espacial de los sintagmas en la página. Veamos un ejemplo, los versos del poema TRASCENDENCIA (nunca pasan los títulos de una sola palabra, como pujante llave temática): «cielo y tierra / se / confirman / en / la / ver / ti / cal / perfecta / con la que el cenit desvela / su / ansia de raíz» Nada tampoco de puntos finales. Y sentimos no poder reproducir, debido a la composición en columnas de esta reseña, el poema originalmente tan holgado en la plana, donde los blancos son cruciales, viéndonos obligados a ofrecerlo entre barras.
Como no en vano este libro se abre con una cita de Juan Ramón Jiménez («Este día que es toda la vida»), pudiendo erigirse dicha cita en global resumen argumental, Papel de aguas exhibe matices que podríamos calificar precisamente de juanramonianos, orientados a enriquecer el mensaje con las sutiles perspectivas de lo descrito. El detalle, así, se conduce, acompasado y con sobrada armonía, al contenido íntegro de la fijada realidad: «esa / hoja / que en este preciso instante del árbol / cae / es / a la vez / ella / y / es / el árbol / y / la vida toda». Una realidad total en la que el instante abarca todo tiempo concebible. Tal mensaje ambiciona una síntesis por la que «nuestros actos atrapan -vano esfuerzo- el escurridizo pez del tiempo» (Damos este ejemplo sin barras para lograr una mayor percepción de lo expresado).
El recurso en la disposición gráfico-espacial del conjunto de Papel de aguas intensifica la intención expresiva. Muy adrede se impone la tesis del libro bajo esta forma, con absoluta base constructivista, además de mayoritariamente metapoética: «secuestrada en el tiempo / la / palabra / a / sí propia / se / toma / por / rehén». Elementos muy atractivos se presentan a modo de contraposición o balanza («contra todo contra nada», «entre tanto y entre nada»). Y hasta, como sucede en el principio del poema ENTREACTO, vocablos esenciales se colocan en el poema a semejanza de una brújula que aproxima a los puntos cardinales esos oportunos vocablos requeridos; como norte, «estado», como sur, «espacio», como oeste, «condición», como este, «entorno».
Y, sobreponiéndose a esta perfecta arquitectura, José Ángel García nos obsequia con expresiones de un delicioso sabor a través de un discurso aparentemente estático mas concebido en un profundo dinamismo: «sereno despliegue / de / pequeños / mínimos desafíos / retando / a / la / muerte / con / su / propia minúscula existencia». El lector recibe la dulzura de un sabio haikú enunciado en la más exquisita dicción, la que despliega el poema ESPERA: «al borde de / la / nada / el // viento».
La primera lectura, ávida, de Papel de aguas, ha de cumplirse en la estricta sucesión causal de su orden establecido. Pero aconséjase que, después de este obligado, necesario ejercicio, el lector deguste sus preciosas esencias abriendo al azar este pequeño volumen y pruebe, poema a poema, en elección casual (ya no causal), el excelente paladar obtenido como, con una cucharilla, consumimos la dulce compota.
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