Malagón celebrará el 18 de octubre una concentración de «teresas»

Es importante destacar esta última por varios motivos: se trata de la Tercera Fundación conventual de Santa Teresa y, a diferencia de las restantes, se construyó desde el suelo y gracias a rentas. La villa de Malagón empezó con los actos conmemorativos el pasado 28 de marzo, con visitas guiadas al monasterio, y el 24 de abril con la inauguración del Museo Santa Teresa, coincidiendo con los 400 años de su santidad. A partir de la apertura oficial del V Centenario hay multitud de actividades programadas en Malagón, algunas de ellas ya están confirmadas: el día 18 de octubre tendrá lugar una concentración de personas que se llamen Teresa.El grupo de teatro local Caravana del Arte hará rutas teatralizadas por los lugares que visitó Santa Teresa, en mayo hicieron la primera y acudieron más de 100 personas. El próximo 3 y 4 de octubre en el Teatro- Cine Edu de Malagón se estrenará el documental «Santa Teresa de Jesús en Malagón. Una huella inolvidable», grabado en las 17 fundaciones de Santa Teresa y también en Italia, consiguiendo por primera vez en la historia un permiso exclusivo para grabar en el interior del Convento de Malagón mostrando imágenes inéditas nunca vistas. También el 4 de octubre se inaugurará en la plaza del convento una estatua de Santa Teresa sentada en la Piedra Santa y una firma suya ocupará el suelo de la plaza.

Para entender la importancia que los malagoneros han prestado a este V Centenario es obligado visitar el museo Santa Teresa, situado en la calle Tercia, en pleno centro; el Monasterio de San José, en la Plaza del Convento y la Piedra Santa, que permanece custodiada y venerada frente a él y desde la cual, la Santa dirigía las obras de su Tercera Fundación. Con estas visitas y un poco de la historia acerca del paso de Santa Teresa de Jesús por la ciudad, llegaremos a comprender mejor el interés de los vecinos en este V Centenario.

La figura más importante de la historia local es Luisa de la Cerda, hija del Duque de Medinaceli, esposa de Ares Pardo, Mariscal de Castilla y sobrino del Cardenal Tavera. Ella recibe de su esposo la villa de Malagón como regalo de bodas y desde entonces tiene especial predilección por este lugar de la Mancha. Ambos vivían en La Casa de Mesa, el palacio toledano de los Señores de Malagón (actualmente sede de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo). Luisa tuvo la desgracia de perder a su esposo cuando aún era joven y también a 6 de sus 7 hijos. Para superar estos duros golpes pide ayuda a la hermana Teresa, que le brinda consuelo y gran apoyo espiritual. Se reúnen en La Casa de Mesa y allí la Santa comienza a escribir el «Libro de su vida». Luisa le propone una tercera Fundación en su villa favorita, pero en un principio ella se opone argumentando que era un sitio pequeño y pobre y tendría que mantenerse a base de rentas. Luisa de la Cerda llegó a insistir tanto a la hermana que ésta queda convencida y realiza allí su tercera Fundación. Doña Luisa la dota de 150.000 maravedíes, 64 fanegas de trigo y 60 de cebada, plasmando este acuerdo en la «Escritura de Fundación» el 30 de marzo de 1568. Con el tiempo las dos se convierten en amigas íntimas como podemos comprobar en estas palabras de Santa Teresa en las que elogia a Luisa de la Cerda: «buena y muy temerosa de Dios…» «Con ser de las principales del reino, creo que hay pocas tan humildes y de mucha llaneza». El 1 de abril de 1568 llega Santa Teresa por primera vez a Malagón, acompañada de Luisa de la Cerda, el padre jesuita Pablo Hernández (al que la Santa llama «el Padre Eterno») y siete más que procedían de Toledo. Marchaban en mulas, carruajes y a veces a pie por el Camino Real de la Plata, la antigua vía romana que unía Córdoba con Toledo y Malagón era paso obligado. En la actualidad dos de sus calles, las más antiguas de la localidad les deben su nombre: Calle Real y Calle Camino Real de la Plata. Al llegar allí se hospedan en el Castillo de Malagón, pero la intención de Luisa de la Cerda era acomodar a las carmelitas en unas dependencias suyas llamadas Las Casas de la Quintería. Esto se consigue el 11 de abril del mismo año, según nos cuenta Santa Teresa: «Día de Ramos, año 1568, yendo la procesión del lugar por nosotras, con los velos delante del rostro y capas blancas, fuimos a la iglesia del lugar (Santa María Magdalena) adonde se predicó y desde allí se llevó el Santísimo Sacramento a nuestro monasterio». Las Casas de la Quintería se convierten de forma temporal en su vivienda sagrada hasta que Luisa de la Cerda cumpla su promesa de levantar un monasterio e iglesia de nueva planta para ellas. Pero deben buscar pronto un lugar apropiado para el nuevo convento porque las viviendas temporales se encontraban en el mismo centro de Malagón en el siglo XVI. Era un lugar muy transitado por carruajes, donde se encontraban las tabernas, las posadas y el mercado. Buscan un lugar apartado del bullicio y más cercano a su recogimiento espiritual. Según la tradición oral, en unas propiedades de Luisa de la Cerda, Santa Teresa declaró: «No hay pasar de aquí, que este lugar tiene Dios elegido para mi convento» (Archivo conventual Malagón). Cuentan que el lugar elegido lo marcó una paloma que se fue a posar sobre un olivo. Entre los malagoneros y en el convento es conocido este pasaje histórico y las palabras que pronunció allí la Santa: «Esto es que lo quiere el cielo. Aquí pondré la iglesia, y el tabernáculo enque se posó la paloma». Durante años permaneció allí parte del olivo y podía observarse en el interior de la iglesia de San José hasta que, por el paso del tiempo, el tronco se secó.

La tradición de Malagón muestra aún, de forma respetuosa, el lugar y la piedra donde la Madre se sentaba a vigilar las obras. Permanece custodiada y venerada por toda persona que pasa por delante y se encuentra en la Calle Santa Teresa, frente a la iglesia y convento de San José. De martes a viernes hay visitas guiadas al monasterio, ofrecidas por el guía local Álvaro Guzmán. Cuenta con la ayuda de compañeros y voluntarios como Alberto Monteagudo, conocedores del paso de Santa Teresa de Jesús por Malagón. De la iglesia de San José destaca su guía el retablo y la bella imaginería del toledano Germán López, fechados en 1732. Es preciso visitar esta parte del monasterio y escuchar el significado de todos sus rincones para darse cuenta de que el espíritu de Santa Teresa y de su obra sigue vivo. Sin olvidar que está presente en las 14 monjas de clausura que viven allí actualmente y que, en silencio, observan a veces a los visitantes, sin descuidar sus quehaceres diarios.

El museo Santa Teresa , que apuntábamos también como visita obligada, alberga objetos procedentes del convento de San José, de la iglesia de Santa María Magdalena y del Santuario del Espíritu Santo (situado en la mayor pedanía de Malagón, a 16 Km.). Todos los objetos tienen la particularidad de que nunca antes habían salido de sus lugares de origen y poseen un gran valor histórico. Entre ellos se encuentran cuadros y objetos muy antiguos pertenecientes a las monjas, como utensilios de cocina, filtro de agua, etc.

El próximo 5 de octubre saldrá, desde su celda del monasterio, la imagen articulada de la Santa, (obra también de Germán López de 1732) y permanecerá expuesta en la iglesia del convento hasta el día 16 del mismo mes. Será un hecho histórico más, ya que dicha imagen sale en muy contadas ocasiones: la última fue en 1982 y la próxima, lejana para muchos, tendrá lugar en el año 2068. Un motivo más para descubrir un lugar tan cercano y significativo que aún guarda las huellas, físicas (aún conservan una de sus muelas) y espirituales, de los pasos de la santa que más caminó a lo largo de la historia.