infraestructuras
Las obras del remonte de Safont avanzan a buen ritmo
La infraestructura tiene un presupuesto de 2,2 millones de euros
Las obras del remonte de Safont avanzan a buen ritmo
Si Barcelona tiene la Sagrada Familia, Toledo cuenta con el remonte de Safont . Megaproyectos ambos con una pequeña diferencia entre sí: el remonte sí tiene visos de acabarse. Cualquiera lo diría hace tan solo un año. Sin embargo, ahora se trabaja como el ... dicho: «Sin prisa pero sin pausa». Y los avances son muy notables.
Por fin parece que la pelea entre administraciones -a veces incluso del mismo color- ha cesado. Que se ha impuesto el sentido común al «tuya o mía», y el pragmatismo al aprovechamiento político. Seguro que lo agradecen los toledanos, cansados durante la última década de escuchar a diestro y siniestro remonte para arriba, remonte para abajo. Aunque luego no vieran nada, palabras vanas, la obra parada y ellos sin saliva cada vez que subían al Casco.
María Dolores de Cospedal, presidenta regional, asistió al inicio de los trabajos a finales de junio. Con un presupuesto de 2,2 millones de euros -aportación íntegra de la Junta de Castilla-La Mancha-, siete meses después la obra ya está en su segunda mitad. En su cuesta abajo para dejar de ser una aspiración, un queremos y no podemos, y se convierta en una realidad.
Estos primeros meses, hasta enero, la empresa Vías y Construcciones se ha dedicado a limpiar los taludes y eliminar así la posible caída de rocas. También se ha protegido la zona con una malla y se han establecido los anclajes. Afianzado el terreno, los operarios están ahora trabajando en la base de las escaleras mecánicas y el elevador. Todo para salvar la orografía de una ciudad «con una mentalidad eminentemente defensiva, pensada para que no entre nadie», como se empeña en declarar el alcalde, Emiliano García-Page.
La obra unirá las estaciones de tren y autobús con la plaza de Zocodover. O lo que es lo mismo: la zona del río con el centro de Toledo. Accesibilidad y comodidad elevadas al cuadrado. Lo cual supondrá un paso, sin duda el más importante de todos, para «llegar a cerrar el Casco histórico de la ciudad -a los coches, se entiende- y que su acceso únicamente se pueda hacer por ascensor o escalera mecánica». Por cierto, esto último no está sacado de la hemeroteca, pues lo dijo Page hace tan solo cuatro días.
También supondrá el broche, el complemento perfecto del Palacio de Congresos «El Greco», abierto al público en octubre de 2012. Un «gancho» más con el que seducir a los turistas y hacer que su estancia en la ciudad sea más grata. Pero todo eso será a partir de septiembre, como se dice en el argot taurino, «si el tiempo no lo impide y la autoridad lo permite». Que así sea.
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