Quieren declarar al presunto asesino de Juan Carlos persona «non grata»

«Juan Carlos era un chico súper sano, con estudios y con su novia de toda la vida... y que salga una noche y le pase esto, pues imaginaté...» , contaba a ABC un habitante de La Puebla, que prefiere que no se sepa su nombre. «Era de una familia normal –sus padres regentan una carnicería–, que nunca habían tenido problemas con nadie. Por eso la gente piensa que le podía haber pasado a cualquiera», apuntaba otra vecina, que tampoco quiso que se hiciese pública su identidad. Este periódico intentó contactar con la alcaldesa, Julia Villarejo , pero desde el Ayuntamiento comentaron que no iban a hacer declaraciones y se remitieron a los dos días de luto decretados –entre el lunes y el miércoles–.

También, la abogada de la familia de Juan Carlos , Gema Villanueva, reveló que los familiares y amigos del fallecido tienen previsto iniciar una recogida de firmas, con el objetivo de declarar al presunto asesino, Jorge Novillo, persona «non grata» en La Puebla. «Es una manera de repudiar a este tipo y un gesto de solidaridad con la familia de Juan Carlos», aseguró la abogada. Pero, jurídicamente, ¿qué consecuencias tendría esta acción? «Pues ninguna porque cuando saliera de la cárcel – Jorge Novillo – podría venir al pueblo sin problemas. Para impedírselo un juez tendría que dictar una orden de alejamiento, pero eso es algo muy difícil de conseguir», decía Gema.

Por otro lado, una de los vecinos de La Puebla que prefiere no revelar su nombre, contaba a este periódico que en la red social Facebook los amigos de Juan Carlos han iniciado una campaña de desprestigio contra el presunto asesino. « Han creado una especie de evento en la que se quiere fomentar su rechazo. Piden a todos los ‘amigos’ de Jorge Novillo que le borren. Es algo así como: o estás con Leo o estás con el asesino», explicó.

Preguntado por la fama que este joven tenía en La Puebla antes de que ocurriera el suceso, suelta de inmediato: «La peor de todas. Ten en cuenta que hace unos años ya estuvo en la cárcel por la paliza que dio a otros vecinos». También lamenta que la gente «parecía que no tuviera memoria. Era cómo si ya se hubiera olvidado de lo que hizo». Por último, recuerda cómo fue el funeral de Juan Carlos, celebrado el domingo en La Puebla de Almoradiel : «La iglesia estaba abarrotada de gente, no cabía todo el mundo. Además, claro, fue muy emotivo, con sus amigos llevando el ataúd...».