El exceso de uva se distribuirá en las regiones con merma

Sus declaraciones a ABC se producen apenas 24 horas después de que Félix Solís anunciara en un principio que cerraría sus puertas a la entrada de uva, y se desdijera a última hora de la tarde del pasado jueves. Detrás de esa decisión, aseguró Patiño, hay asuntos que se deben resolver en el momento en que la situación se normalice, aunque sí dejó claro que «al final los agricultores somos los que siempre pagamos los platos rotos».

Tanto la producción castellanomanchega como la extremeña podrían resolver la merma en la producción de comunidades como la valenciana o la catalana, que afrontan la temporada con un 30% menos que el pasado año. Por ello, las cooperativas han acordado enviar miles de litros de vino y mosto a estas comunidades –más de un millón- y a Rioja, Navarra y Aragón. Una redistribución logística «sin precedentes» que podría solventar el caos momentáneo que sufren las bodegas castellanomanchegas.

Divergencias

Así, el coste logístico lo asumirían bodegas o cooperativas con problemas -las manchegas principalmente-, y la macrooperación no supondrá un encarecimiento del producto, según estas fuentes. Pero voces próximas a la Interprofesional afirmaron a ABC que la falta de previsión para poner en marcha esta estrategia solo les servirá para no tirar la uva, pero difícilmente podrían ganar más que su costo real, o incluso menos. Aunque de este modo se evitaría parar la vendimia.

No obstante, los agricultores siguen nerviosos por las largas colas a las entradas de las bodegas. Quienes no sacan el fruto fuera de la región, están barajando ralentizar la vendimia para dar tiempo a que las bodegas descongestionen sus almacenes.