Elon Musk tendrá que contenerse: no podrá menospreciar a Twitter ni a sus directivos

Además, en caso de que Twitter encuentre un comprador que ofrezca una cifra superior a los 41.000 millones de euros que ha puesto Musk sobre la mesa, estará obligada a comunicarle la oferta al magnate y darle cuatro días para que intente igualarla. Con todo, la red social tendría que indemnizar a Musk con esos 1.000 millones.

Uno de los puntos más curiosos del acuerdo recoge que el padre de Tesla tendrá que evitar ataques contra la propia Twitter a través de la misma red social. En el acuerdo se estipula, a este respecto, que el magnate no podrá escribir tuits para «menospreciar a la empresa ni a ninguno de sus representantes» . El trato, nop obstante, sí que reconoce el derecho del empresario a utilizar el sitio para comentar detalles relacionados con la compra.

Cabe recordar que Musk es uno de los usuarios más activos de la red social, donde acumula 85 millones de seguidores. Y, desde luego, no tiene problema alguno en utilizar la herramienta para crear polémica. En 2018 llegó a afirmar en un mensaje a través del sitio que estaba pensando en privatizar Tesla . Gracias a ello, las acciones de la empresa subieron como la espuma. Sin embago, la SEC terminó acusándolo de fraude de valores por el mensaje, al que calificó de «engañoso».

En lo que respecta a Twitter, la mayoría de mensajes que ha publicado en los últimos años han estado destinados a remarcar lo que le gusta expresarse a través de la plataforma. «Amo Twitter», señaló en 2017. Con todo, el magnate también ha compartido tuits en los que se lamentaba sobre el funcionamiento de la aplicación. Uno de ellos, además, pocas semanas antes de que se cerrase el acuerdo para la compra de la plataforma.

Entonces , Musk apuntó que «dado que Twitter sirve como la plaza pública de facto, no adherirse a los principios de la libertad de expresión socava fundamentalmente la democracia». «Entonces, ¿qué debe hacerse?», zanjó. Apenas unos días depués presentó una oferta para adquirir la empresa. Según afirma ahora, con el trato cerrado, su principal objetivo es convertir la aplicación en el paradigma de la libertad de expresión .

Sea como fuere, Musk seguirá pudiendo hacer uso de Twitter para sembrar la polémica; al menos, siempre y cuando los mensajes no dañen a la compañía. Durante los últimos meses, el magnate ha utilizado la herramienta para retar a un combate al presidente de Rusia, Vladimir Putin , o para cargar contra Bill Gates , fundador de Microsoft.