Elon Musk quiere abrir la jaula de Twitter y liberar sus secretos
El nuevo propietario desvelará el algoritmo que rige los contenidos y pondrá fin con cuentas automatizadas
Los críticos temen que se relaje la moderación de contenidos en la plataforma
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Iniciar sesiónElon Musk lo ha hecho. Después de semanas con idas y venidas de ofertas y ruido (mucho ruido) el magnate sudafricano ha conseguido hacerse con el control de Twitter a cambio de 41.000 millones de euros . Cifra record, y más para una plataforma ... que, en los últimos tiempos, no ha dejado de perder influencia y dinero . De acuerdo con las palabras del empresario, el movimiento no busca el beneficio económico, sino convertir al sitio del pajarito en el paradigma de la transparencia y de la libertad de expresión. Prácticamente, conseguir que la plataforma sea un fiel reflejo del Internet primigenio. Ese en el que parecía que nada era de nadie y todo era de los usuarios. Aunque, por el momento, no ha ofrecido información concreta sobre cómo pretende conseguirlo. Más allá de un puñado de líneas maestras, lo que quedan son muchas dudas sobre el futuro de la aplicación.
«Twitter se ha convertido en una especie de plaza pública de facto por lo que es realmente importante que la gente crea y sienta que puede hablar con libertad dentro de los límites que tiene la ley», apuntó el padre de empresas como SpaceX o Tesla en una conferencia celebrada la semana pasada, cuando ya se conocían sus planes de hacerse con el control de Twitter. El lunes, en el comunicado en el que se hacía eco de la compra del sitio, volvió a dejar claro que «la libertad de expresión es la base de una democracia funcional» y que espera que su nueva plataforma se convierta «en el sitio en el que se debatan asuntos importantes para el futuro de la humanidad».
Atendiendo a sus palabras, numerosos expertos en redes sociales alertan sobre el riesgo de que los esfuerzos por moderar contenido considerado desinformación o el extremismo se relajen . Algo que también preocupa a muchos trabajadores de la compañía, según han informado varios medios estadounidenses durante los últimos años. Más todavía teniendo en cuenta que estamos hablando de una red social que, tradicionalmente, ha tenido la mano más blanda a la hora de prohibir publicaciones y cerrar cuentas que sitios como Facebook o Instagram , ambas propiedad de Mark Zuckerberg .
Fernando Checa, profesor de Comunicación de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y experto en redes sociales, señala, en conversación con ABC, que «la palabra ‘libertad’ es muy bonita y suena muy bien», pero «no puede ser absoluta»: «Si en favor de la libertad de expresión permitimos la ofensa o el troleo terminaremos convirtiendo esa red social en un campo de batalla . Y parece que se está valorando». El experto remarca que si, efectivamente, Musk relaja la mano con el contenido que se vierte en el interior de Twitter corre el riesgo de que la red social termine convirtiéndose en un «campo de batalla». Y eso es algo que difícilmente será del gusto del grueso de usuarios: «El mensaje de Musk me parece muy populista, más teniendo en cuenta la manga ancha que suele tener Twitter con el contenido que se publica en su interior, como vimos cuando mantuvo abiertas las cuentas de los líderes talibanes el pasado verano mientras el resto de redes sociales tradicionales anunciaban medidas».
En la misma línea se mueve, en conversación con este diario, el profesor de Comunicación de la Universidad Oberta de Cataluña Ferran Lalueza. El docente señala que «Twitter tiene una razón de ser muy periodística y más próxima a la libertad de expresión que otros espacios». Asimismo, remarca que «en redes sociales determinados contenidos nunca deberían ser aceptables»: « No todo tiene amparo en la libertad de expresión . Hay determinados contenidos que no son idóneos, como el discurso del odio. Es importante que haya un control de contenidos».
La guerra del bot
El pasado jueves, en un tuit publicado en su cuenta oficial, en la que amasa cerca de 85 millones de seguidores , Musk dejó claro que, en caso de convertirse en propietario de la compañía tomaría acciones contra los bots de ‘spam’: esas cuentas automatizadas, detrás de las que no hay ningún ser humano, dedicadas a desviar el tráfico o la atención de una conversación en Twitter hacia otras cuentas, sitios web, productos, servicios o iniciativas. Cabe recordar que los bots que tienen fines maliciosos, destinados alterar el correcto funcionamiento de una red social son un problema endémico de Twitter.
A pesar de sus esfuerzos, la plataforma no ha conseguido darle solución definitiva al problema. Durante el primer semestre del año pasado, los informes de usuarios que afirmaban haber detectado bots de ‘spam’ aumentaron un 10% hasta alcanzar los 5,1 millones, según información compartida por Twitter con este periódico. Bot Ruso, avezado twittero, escritor y extrabajador de empresas dedicadas, en concreto, a explotar Twitter para polemizar o dirigir la atención del usuario hacia el contenido que quieren, señala que la idea de Musk, sobre el papel, suena bien. Pero tiene dudas sobre cómo pretende implementarla: «Si la idea es hacer que todos los usuarios tengan que identificarse con un documento (DNI, por ejemplo), me parece una mala idea. Al final, hay usuarios que mantienen su anonimato por seguridad, entre otras cosas».
Bot Ruso , a su vez, apunta que las cuentas automatizadas no son el principal problema al que hacen frente los usuarios de Twitter en Occidente. «El uso de bots, en Europa, es residual. El hecho que sean fáciles de detectar y que el usuario cada vez tiene mayor conciencia sobre su existencia, hace que las agencias cada vez utilicen menos esa estrategia y se decanten más por utilizar trolls o ecosistemas digitales que se hacen pasar por medios de comunicación o movimientos ciudadanos», destaca. Con todo, avisa de que la cantidad de bots maliciosos que operan actualmente en Twitter es grande: «Ni se sabe cuántos hay. El problema es que se crean y eliminan constantemente. Pero e l porcentaje de cuentas falsas en Twitter es inmenso ».
Liberar el código
Musk también ha afirmado que tiene planes para liberar el código de la plataforma y el algoritmo . De esta forma, cualquier usuario que quiera podrá comprobar cómo funciona la aplicación y cómo trata las publicaciones que se vierten en su interior. De acuerdo con Musk, el funcionamiento de la aplicación «debe ser evidente, de modo que no haya manipulación tras bambalinas, ya sea algorítmica o manual». Lorena Blasco-Arcas, experta en marketing y profesora en la escuela de negocios ESCP destaca que, con esta información, ciberdelincuentes podrían utilizar los datos «para convertir la red social en un campo de cultivo de ciberataques».
Bot Ruso, por su parte, llama la atención sobre el peligro de que las empresas dedicadas en concreto a manipular a los usuarios tengan acceso a estos datos: «Poner al descubierto el algoritmo es arriesgado. Imagina lo que puede hacer una agencia de este tipo si le dicen cómo trabajar para viralizar los contenidos».
Sea como fuere, todavía quedan muchas dudas sobre las medidas exactas que adoptará Musk para cambiar Twitter y conseguir que se convierta en ese sitio capaz de encandilar a los internautas con el que sueña Musk. A pesar de ello, todos los expertos esperan que los cambios que aplique sean importantes. Más teniendo en cuenta la delicada situación en la que se encuentra la red social, que cerró el pasado 2021 con pérdidas superiores a los 200 millones de euros.
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