Probamos el iPhone 16e, la revolución silenciosa de Apple

Hace ya varios años que la firma de la manzana no ponía en el mercado una versión 'económica' del que es, le pese a quien le pese, el smartphone más deseado del mundo. El último iPhone SE, de hecho, salió a la venta en 2022, y desde entonces Apple no había vuelto a presentar un modelo 'low cost'. Hasta ahora.

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Antes de empezar con el análisis del nuevo terminal, es necesaria una confesión: y es que nos enfrentamos a él con algunos prejuicios. Su precio, a partir de 709 euros, de entrada nos pareció demasiado alto para lo que el terminal ofrece. Cualquier Android, por el mismo dinero, tiene, sobre el papel, características y prestaciones muy superiores. Además del hecho de que, por 250 euros más, podemos tener todo un iPhone 16, con su doble cámara, su GPU de 5 núcleos en vez de cuatro, su nuevo botón lateral de control de cámara (que el 16e no tiene), sus efectos de imagen de última generación, su isla dinámica (en vez de regresar al 'notch'), su brillo de hasta 2.000 nits y su tecnología magnética MagSafe.

Con esas reservas, comenzamos la prueba del nuevo iPhone 16e, usándolo como teléfono principal durante varias semanas. Y, para ser sinceros, el resultado fue inesperado, incluso sorprendente.

Sí, no cabe duda de que el nuevo 16e es una versión simplificada de su 'hermano mayor', el iPhone 16. Pero también es cierto que conserva la inmensa mayor parte de las características que hacen del iPhone, sea el modelo que sea, un teléfono distinto a los demás. En otras palabras, se puede decir que la suma de sus partes hace que el nuevo modelo de Apple sea sorprendentemente fiel a la esencia de la marca, mucho más de lo que se esperaría de una simple versión recortada.

El iPhone 16e hereda el diseño elegante y minimalista de versiones anteriores, con una parte trasera de vidrio resistente y un marco de aluminio bastante grueso, la verdad, pero que se siente sólido en la mano. Fabricado en un 85% de aluminio reciclado, el nuevo terminal está disponible en blanco y negro mate. La pantalla Super Retina XDR de 6,1 pulgadas, con tecnología OLED, es la misma que la del iPhone 16, aunque con un brillo máximo ligeramente inferior (1.200 nits en lugar de los 1.600 del iPhone 16, que además llega, en exteriores, un pico de 2.000 nits).

La visualización de cualquier tipo de contenido es excelente, a la altura de la mayor parte de los demás terminales de última generación. Lo cual es posible más que por las características, que están en un nivel intermedio con respecto a muchos de sus competidores, gracias a la excelente calibración de Apple, que consigue colores vibrantes y negros profundos. La resistencia IP68 a polvo y salpicaduras garantiza que el dispositivo pueda sumergirse sin problema hasta profundidades de 6 metros y por espacio de 30 minutos. En nuestras pruebas, el terminal no tuvo problemas para grabar vídeos bajo el agua. Otro punto en contra: la tasa de actualización se queda en 60 Hz, algo difícil de entender en un mundo en el que incluso los terminales de entrada se han pasado ya a los 120 Hz.

El corazón del iPhone 16e es el chip A18, el mismo procesador que impulsa al iPhone 16 aunque, como hemos dicho, cuenta con una GPU de cuatro núcleos en lugar de los 5 d el iPhone 16. En conjunto, este chip de última generación ofrece un rendimiento excepcional en todas las tareas, desde la navegación web y la multitarea hasta los juegos más exigentes y las funciones de inteligencia artificial. Tuvimos hasta 40 aplicaciones abiertas al mismo tiempo sin que ninguna de ellas se resintiera por ello. La CPU de 6 núcleos y la GPU de 4 núcleos trabajan en conjunto para ofrecer una experiencia fluida y sin interrupciones. El Neural Engine de 16 núcleos, optimizado para el aprendizaje automático y apoyado por 8 GB de RAM, permite que el 16e ejecute tareas complejas de IA con rapidez y eficiencia. Algo que, sin embargo, aún no podemos disfrutar en España, ya que la Apple Intelligence no llegará a nuestro país hasta bien entrada la primavera.

Cabe destacar, en este apartado, la excelente conectividad del nuevo terminal, que estrena por primera vez el nuevo módem C1 de Apple. En nuestras pruebas, conseguimos tener cobertura, aunque no siempre, en lugares en los que otros iPhone no tienen, como garajes, sótanos y ascensores.

Una de las características más distintivas (y controvertidas) del iPhone 16e es su sistema de cámara único, algo que ya no se ve ni en la gama media. Seguramente ha sido aquí donde la firma ha podido ahorrar más para poder ajustar el precio. A diferencia del iPhone 16, que cuenta con dos cámaras traseras, el 16e presenta una sola cámara Fusión de 48 MP y carece de gran angular. La firma la vende como una 'supercámara' que vale por dos, pero eso no es del todo cierto.

El truco, de hecho, consiste en utilizar como sensor principal el ultra gran angular del iPhone 16 Pro. Un sensor mucho más pequeño y limitado, pero capaz de comportarse con dignidad en diferentes situaciones. De hecho, y a pesar de su soledad, esta cámara única ha logrado superar nuestras expectativas y ha demostrado ser capaz de capturar imágenes impresionantes con un nivel de detalle y claridad mucho más que aceptable. Nos quedamos, sin embargo, sin la posibilidad de hacer fotos macro o foto espacial.

La clave de esta inesperada calidad está en la fotografía computacional de Apple, que combinada con el potente chip A18 permite obtener resultados sorprendentes en diversas condiciones de iluminación. El teleobjetivo x2 de calidad óptica integrado ofrece la flexibilidad de un zoom óptico sin necesidad de una segunda cámara física. ¿Pero están las fotos a la altura de las que hacen otros iPhone? Desde luego que no, especialmente en ambientes poco iluminados, donde se consigue menos nitidez, o en imágenes en movimiento, pero las diferencias quedan para los ojos más expertos. En general, cualquier fotografía tomada de día y con buena luz no tendrá nada que envidiar a la de sus hermanos mayores, y será más que suficiente para la inmensa mayoría de los usuarios. Un inesperado punto, pues, para la cámara.

Por lo que se refiere al vídeo, decir que podremos grabar, como en el iPhone 16, en 4K a 24, 25, 30 0 60 imágenes por segundo con Dolby Vision, pero perdemos el modo Cine y la posibilidad de grabar vídeos macro, algo que el iPhone 16 hace incluso en cámara lenta.

La cámara selfie, por su parte, es exactamente la misma que en el iPhone 16, con un sensor de 12 megapíxeles que da unos resultados excelentes prácticamente en cualquier condición de luz. En este apartado no ha habido recortes.

La batería del iPhone 16e es, sin duda, uno de sus puntos más fuertes. El espacio que Apple ha ahorrado con las cámaras, en efecto, le ha permitido montar una batería de casi 4.000 miliamperios (exactamente 3.961 miliamperios) frente a los 3.561 del iPhone 16. Según Apple, el 16e puede reproducir vídeo durante 26 horas ininterrumpidas y audio hasta 80 horas, más que las 22 y 80 horas del iPhone 16 en las mismas tareas. Sin embargo, en nuestras pruebas no hemos conseguido tanta diferencia. Lo que sí es cierto es que el 16e puede acompañarnos sin problema durante todo el día sin necesidad de recarga.

Cuenta, además, con un sistema de carga rápida de 20 W capaz de llenar el 50% de batería en aproximadamente 30 minutos. No es lo último en este campo, pero eso sucede en general con todos los iPhone

En definitiva, el nuevo 16e no puede negar que es un auténtico iPhone, y ofrece una experiencia de uso fluida, satisfactoria y muy de Apple. Los inevitables recortes consiguen salvar algunos de los aspectos más característicos de la marca al mismo tiempo que tratan de minimizar las pérdidas, que las hay, pero no en los apartados (potencia, batería, solvencia, elegancia) que más importan a los usuarios, que pueden acceder así a todo un iPhone a partir de 709 euros.

Con todo, cabe la duda de si merece la pena gastar un poco más (250 euros más) y tener un iPhone 16 con todas sus prestaciones. O incluso optar por un modelo Pro anterior, como el iPhone 15 Pro, que también soporta Apple Intelligence y que en Amazon se puede encontrar por poco menos de 800 euros. Esa, en todo caso, es una elección que tendrá que hacer cada usuario.

De lo que no cabe duda es de que, tres años después, Apple renueva con este terminal su compromiso de ofrecer tecnología de vanguardia a un público más amplio. Con su potente chip A18, su sorprendente sistema de cámara única, su excelente autonomía y sus funciones (cuando lleguen) de inteligencia artificial, el 16e ofrece una experiencia iPhone razonablemente completa y satisfactoria a un precio más asequible.