ChatGPT puede tener los días contados en la UE: la razón por la que OpenAI amenaza con retirarlo

Cabe recordar que, hace unos días, los legisladores del Parlamento Europeo dieron luz verde a un nuevo borrador dedicado a establecer normas de obligado cumplimiento para cualquier sistema basado en inteligencia artificial. En este se apuntaba que herramientas generadoras de contenido, como es el caso del popular chat inteligente, deberán estar diseñados «para evitar la generación de contenido ilegal».

Las compañías también deberán «publicar resúmenes de datos protegidos por derechos de autor utilizados para la capacitación» con el fin de compensar a los propietarios de la información empleada.

Y es que, al final, máquinas como ChatGPT no se inventan nada. Toda la información que comparten con los usuarios proceden de todo tipo de fuentes de internet. También de los propios datos que los internautas meten en el interior de la herramienta, que son empleados para su capacitación.

Hasta la fecha, OpenAI no ha sido especialmente transparente con el origen de los datos con los que ha sido capacitada la herramienta, aunque se ha demostrado que emplea datos que están protegidos por derechos de autor.

Actualmente, tanto la UE como varios países, entre ellos España, están estudiando si ChatGPT, en concreto, infringe la normativa europea de protección de datos. Italia llegó a bloquear el acceso a la herramienta hace algo más de un mes por esta razón.

Durante los últimos días, Sam Altman ha repetido en varias ocasiones que para evitar que la inteligencia artificial se convierta en un problema para la sociedad es importante que se regule. El pasado lunes, en Madrid, afirmó que debería crearse una agencia internacional similar al Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA) de la ONU para su control. Algo que también dejó caer en su declaración ante el Senado de Estados Unidos la semana pasada.