Wikileaks denuncia el negocio del espionaje electrónico de masas

Assange presenta en Londres 287 documentos sobre las actividades de vigilancia de 160 empresas en 25 países

BORJA BERGARECHE

Wikileaks ha recuperado hoy la iniciativa presentando en una rueda de prensa en Londres los llamados «archivos espía», un nuevo paquete de 287 documentos de promoción y marketing de 160 empresas privadas dedicadas a las tecnologías de vigilancia electrónica e interceptación de comunicaciones. El grupo ... denuncia que « la interceptación de las comunicaciones de poblaciones enteras no es solo una realidad, sino que es una nueva industria secreta que se extiende ya por 25 países », según explican en su página web .

El líder del colectivo, Julian Assange, ha explicado en la rueda de prensa este mediodía que «el gran truco en esta industria es el término "interceptación legal", que no es más que la tapadera de vigilancias estratégicas», en su opinión. Según el portal de periodismo de datos francés Owni, se trata de un «mercado de armas de vigilancia» del que forman parte al menos 62 empresas europeas. El portal francés contabiliza 124 sociedades, « 32 compañías de Estados Unidos, 17 de Reino Unido, 15 de alemania, 10 de Israel, ocho de Francia y siete italianas », una industria del espionaje electrónico de la que forman parte empresas conocidas como Nokia-Siemens, Alcatel-Lucent o HP, y otras más pequeñas, que pueden consultarse en el mapa interactivo elaborado por Owni.

Las actividades de esta industria en el mundo árabe eran conocidas

Esta industria «secreta», según Wikileaks, ha sido en realidad objeto de numerosas investigaciones e informaciones periodísticas, especialmente a medida que se descubría el apoyo de ciertas empresas occidentales a los aparatos represores en los países árabes. El «Wall street Journal» publicó hace unos meses el « catálogo de la vigilancia », un compendio de las tecnologías que utilizan gobiernos y piratas informáticos por igual (en algunos países es imposible diferenciar, de hecho) para espiar a sus poblaciones.

El grupo canadiense de investigación sobre libertad en internet, Citizen Lab, vinculado a la universidad de Toronto, desveló en septiembre que l a empresa tecnológica Blue Coat había vendido herramientas de control y filtro de internet al régimen sirio y a la junta militar birmana . La agencia Bloomberg, por su parte, informaba en octubre sobre el papel de la empresa estadounidense NetApp, junto a la italiana Area SpA, en el desarrollo de un proyecto del gobierno sirio de vigilancia de todos los correos electrónicos en el país.

Los documentos obtenidos por Wikileaks, que consisten en folletos, catálogos de productos y listas de precios de estas compañías, permiten al portal Owni rastrear los servicios de la empresa francesa Amesys al régimen libio de Muamar Gadafi, que quiso construir su propia telaraña de vigilancia electrónica. Muchas de estas empresas, como es el caso de la francesa, son proveedores a su vez de los gobiernos y servicios de inteligencia occidentales.

Wikileaks ha elegido para este proyecto unos socios periodísticos diferentes a los que colaboraron con el grupo en las filtraciones de 2010. Esta vez, además de Owni, el grupo de Assange ha colaborado con «The Washington Post», «L'Espresso», «The Hindu» en India y la cadena ARD alemana .

Sin sistema de transmisión

La convocatoria de hoy estaba precedida, como suele ser habitual en las actividades de este escurridizo grupo, de la expectativa de que Wikileaks presentaría su nuevo sistema de transmisión cifrada de información, tal y como habían adelantado ellos mismos que harían. P ero la semana pasada, la organización reconoció los problemas técnicos que tienen para asegurar la confidencialidad en los sistemas de certificados SSL , el mecanismo empleado en internet para poder compartir información sin intrusos. «Desde hace al menos un año, los certificados SSL han sido penetrados por varios grupos del crimen organizado y agencias de inteligencia», explicaban entonces desde Wikileaks.

El grupo sigue, por tanto, sin tener un buzón electrónico para el envío de material comprometedor desde los ciberataques sufridos tras la publicación de los cables del departamento de Estado, hace ahora un año. Por su parte, Julian Assange conocerá este lunes si puede recurrir su extradición a Suecia al Tribunal Supremo británico. Se abrirá entonces un nuevo, y siempre complejo, panorama jurídico para el conocido activista .

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