Cuando el problema no está en el gasto público
Diversos análisis coinciden en que el problema de las cuentas españolas no radica en los excesivos gastos, sino en los bajos ingresos
bitacoras.com
Desde mayo de 2010, los sucesivos gobiernos de España se han visto obligados a ejecutar numerosos recortes en sus gastos con el objetivo de reducir el déficit que arrastran las cuentas públicas y cumplir con los compromisos adquiridos con la Unión Europea.
Estas ... políticas, tal y como aseguraban muchos economistas, no han conseguido alcanzar su objetivo. Esto se debe, según asegura un análisis desarrollado por el autor del blog «A furada do trasno» a que el auténtico problema de las cuentas españolas está en los ingresos públicos, no en el gasto.
Así, este estudio reconoce que el déficit público español -la diferencia entre los ingresos del Estado y sus gastos- se situó en 2011 como el tercero más alto de la UE. Sin embargo, utilizando los datos publicados por Eurostat, asegura que el desequilibrio de las cuentas del estado no se origina porque las administraciones gasten demasiado y el estado del bienestar sea económicamente insostenible. De hecho, el gasto público español se encuentra muy por debajo del de países como Dinamarca, Francia, Finlandia o Suecia.
El origen del problema se encuentra en la significativa reducción de la actividad económica, fruto de la crisis y del gran número de parados, y en el modelo fiscal español. En 2011, solo Lituania, Rumanía, Eslovaquia y Bulgaria recaudaron menos impuestos que España.
Sin embargo, el problema de la baja recaudación del sistema fiscal español no está en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Al contrario, España es uno de los países en el que los trabajadores pagan más impuestos , pese a que los sueldos son muy inferiores a la media europea. El problema está en el fraude fiscal, en la economía sumergida y en la caída de ingresos derivada de un menor consumo.
En lugar de luchar contra esta situación aumentando los controles contra el fraude, tanto el anterior gobierno de Rodríguez Zapatero, como el actual de Mariano Rajoy, han optado por buscar equilibrio de las cuentas públicas a través de la reducción del gasto público y por la mayor presión fiscal sobre los asalariados, con aumentos en el IRPF, o sobre el consumo, a través del IVA.
A pesar de que estas medidas no han funcionado, empujado por la UE, el Ejecutivo sigue insistiendo en caminar por esta senda que supone un injusto doble castigo a las clases medias, que pagarán más y recibirán menos prestaciones sociales.
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