La ministra de Cultura toma el «joystick» por primera vez

González-Sinde ha cogido el «joystick» (mando de control del videojuego) en la quinta edición de Gamelab , la feria dedicada al videjuego, que se celebra del 1 al 3 de julio en este campus histórico y gigantesco de la Universidad Laboral de Gijón, y lo hizo con una declaración de intenciones. «Colocar el videojuego en el rango del cine, el mundo editorial o las artes plásticas». El precedente que maneja el Congreso, sin embargo, parece que no acabará en ley. «Medidas específicas y pequeñas son mejores que una gran ley», comentaba la ministra en una previa rueda de prensa, refiriéndose con ello a que los largos plazos de la administración pública no son apropiados para regular un sector tan dinámico socialmente. «La cultura es más transversal, se mueve a más ritmo», ha apostillado.

Los videojuegos conforman un sector con mucho potencial que, en esta nueva coyuntura, dispone de nuevas puertas para optar, como producto cultural, a las futuras subvenciones del mencionado ministerio, además de otros beneficios y ayudas a estudiar. En una ponencia con tintes filosóficos, la ministra destacó que el ocio interactivo es punto de encuentro entre diversas disciplinas artísticas.

«Los juegos que triunfan tienen buenos relatos, buena música, gráficos, recogen los mitos...». Como conclusión, «los videojuegos son una de las artes», ha afirmado . Ángeles González-Sinde ha hablado «de la disolución de los límites de la identidad y de la difuminación de la intimidad», señalando así la oportunidad del mestijaze cultural que abren las redes sociales, con una importante función social. En su discurso también aportó cifras, «el sector mueve 700 millones de euros y cuenta con 3000 empleados». Ha señalado, además, que España necesita una industria propia y poderosa, a la vez que invitaba a sumar los esfuerzos del sector público y privado.

«Este país necesita talento y más creadores» han sido sus últimas palabras. La ha acompañado en la inauguración Vicente Álvarez Areces, presidente del Principado de Asturias, Paz Fernández, la alcaldesa de Gijón, e Iván Fernández Lobo, director del evento. «Hemos pasado de ser meros consumidores de videojuegos a tener posibilidades de creación, ganando ahora el reconocimiento social e institucional», ha señalado Lobo.

El año pasado, esta industria facturó en España 1,432 millones de euros frente a los 619 de cine, las 245 películas en dvd y los 212 millones en música. O en otros términos relativos muy clarificadores, el dinero que mueve esta parte de la industria audiovisual se acercó al presupuesto del ministerio de Justicia (1,522), superó al ministerio de Vivienda (1,358) y duplicó al ministerio de Sanidad y Consumo (739,63). «La vida es un juego» (Life is a game) se titula la ponencia más esperada, la de Sir Ian Livinsgstone -de Eidos, «el padre» de Lara Croft, reconocido con la Orden del Imperio Británico-.

Estos 3 días pasarán por las diferentes mesas de Gamelab los miembros de la asociación DEV, que agrupa a las siete empresas españolas más firmes de esta industria creciente (FX Interactive, Revistronic, Mercury Steam, Virtual Toys, Digital Legends, Pyro Studios y Arvirago). La asociación es la interlocutora privilegiada con todos los grupos políticos del Parlamento para asesorar de cara a las nuevas medidas a adoptar para la estructuración del sector. Entre sus cometidos, elaboración de informes sobre la situación del videojuego en otros países que pueden ser referentes para el desarrollo español.

La feria estuvo antes en Oviedo, éste es el segundo año consecutivo del evento en Gijón. Mañana se entregarán los premios «Pulga» -en sus 10 modalidades-, los galardones de la industria nacional del videojuego. Un reducido y agitado grupo de estudiantes se manifestaba contra los cambios de planes de estudio de la ESAD del Principado de Asturias. «¡Democratura, esto no es cultura!», gritaban al paso de la ministra por el monumental patio de la Universidad Laboral.