Un tren inteligente y exclusivo, el último lujo para millonarios

Aquellos que poseen grandes fortunas tienen diferentes mansiones, numerosos vehículos de alta gama, su propio yate y hasta su jet privado, pero la pregunta es, ¿comprarían su propio tren para disfrutar de mayor privacidad y el más alto lujo? Quizás al ver el G Train su respuesta sea afirmativa. “Este tren de 14 vagones pertenecería a un solo propietario. Es una forma alternativa y muy tranquila de ver el mundo, más allá del yate y el jet”, explica su diseñador Thierry Gaugain.

El joven diseñador francés es todo un experto en proyectos del más alto nivel. Comezó como diseñador industrial en Louis Vuitton y otras firmas de moda. Después se pasó a las motos y a los diseños interiores de hoteles, para, finalmente, dedicarse a los veleros y a los superyates. De estos últimos destacan el Venus de 80 metros de eslora de Steve Jobs, el Sailing Yacht A de 150 metros y el Motor Yacht de 120 metros. Ahora, ha decidido dar el salto al que es su transporte favorito, el tren.

Este modelo, del que ha dado todo tipo de detalles, e s una opción inteligente de 400 metros de largo con un exterior de vidrio de alta tecnología que puede ser completamente transparente u opaco . ¿Lo mejor? cuenta con terrazas abatibles que permiten al propietario disfrutar del paisaje una vez está parado. Por la noche, el tren en marcha emite un tono dorado. En el interior, además de contar con muebles de diseño y diferentes espacios, dispone de múltiples configuraciones luminosas que permitirán al propietario crear diferentes ambientes . “Puede que sea invierno afuera, pero el propietario puede verse rodeado de repente por un hermoso día de verano con flores y prados”, explica el diseñador.

Los vagones delanteros incluyen una gran suite principal, habitaciones para hasta 18 pasajeros, gimnasio, spa, un vagón restaurante y diferentes áreas de recreo en las que realizar espectáculos. Por su parte, el último vagón hace de garaje para los diferentes vehículos del propietario. El G Train circularía a 160 kilómetros por hora y estaría adaptado para circular por todo el continente americano y por Europa.

Para dar forma a su proyecto, el diseñador francés ha reunido a varios expertos, como el constructor de trenes suizo Stadler, la empresa de ingeniería británica Eckersley O’Callaghan, el fabricante de vidrio Saint-Gobain y la compañía de seguridad Marine Guard.

Gaugain ve este modelo como un lujoso y caro juguete para multimillonarios dispuestos a pagar más de 350 millones de dólares (unos 297 millones de euros), cifra que costaría construirlo, y a esperar dos años y medio, tiempo que se necesitaría para darle forma.