Villa Mabrouka, la casa del diseñador Yves Saint Laurent se convierte en un hotel de lujo

Tras la muerte de la pareja, el diseñador inglés Jasper Conran se hizo con la propiedad y tras una reforma de casi cuatro años, en la que respetó y realzó el gusto estilístico del diseñador, ha abierto este verano como un hotel de lujo. La visión de Conran ha adoptado la sencillez de líneas puras de la arquitectura modernista de la década de 1940 y le ha aportado el servicio tradicional de una casa de campo inglesa, la magia de la era dorada de los viajes de principios del siglo XX en la Riviera y su gusto contemporáneo.

La casa de 1940 presenta grandes ventanales y puertas de vidrio de suelo a techo que inundan de luz natural los interiores, así como cortinas de gasa, herrajes de latón, mármol veteado, alfombras de cuero y caña, bordados y azulejos antiguos. El alojamiento ofrece tan solo 12 habitaciones y suites, entre las que destaca la suite Marrakech, el antiguo dormitorio principal de la villa con 68 metros cuadrados, terraza privada y una decoración en tonos verde salvia, amarillo toscano y azul aciano –colores favoritos de Saint Laurent–. La cama King Size está vestida con finas sábanas y cashmere, mientras que el baño cuenta con suelos de baldosas de mármol y candelabros franceses de la década de 1930. El precio por noche en esta suite va desde los 1.300 euros.

El jardín, diseñado originalmente a principios de los 90 por el renombrado paisajista Madison Cox, atraviesa una serie de terrazas en cascada hábilmente ubicadas para ofrecer impresionantes vistas del Estrecho de Gibraltar y el mar Atlántico Norte. Tras la restauración presenta una variada vegetación compuesta por palmeras bananeras, helechos, bambú, cítricos, malvarrosas, capuchinas, rosas, buganvillas y agapantos. Además, hay algunos pabellones exquisitamente decorados en los que se pueden organizar cenas privadas.

La villa incluye también dos piscinas. La más grande está excavada en las rocas de la cima del acantilado, mientras que la piscina de inmersión brilla con azulejos locales en espiga esmeralda. También hay tres restaurantes, que ofrecen cartas de cocina mediterránea con platos ligeros elaborados con productos frescos y de temporada, que van desde pescados y mariscos a la parrilla, ensaladas, pastas y risottos y una gran variedad de dulces y postres, una terraza en la azotea y un hammam.

Existe la opción de alquilar la propiedad al completo para eventos privados.