Tres destinos de lujo en la costa francesa para tu próxima escapada

San Juan de Luz, Biarritz y la bahía de Arcachon son tres paradas obligatorias en el recorrido por este litoral con playas salvajes, surferas, puestas de sol infinitas y la mejor oferta gastronómica y de alojamiento para una estancia de lujo .

A menos de una hora en tren desde Burdeos, en un entorno natural privilegiado entre un macizo forestal y la bahía de aguas atlánticas se encuentra la duna de Pilat , el monumento natural de Arcachon. La duna más grande de Europa , -de 100 metros de altura, 3 kilómetros de largo y 616 metros de ancho-, puede recorrerse a pie disfrutando de la naturaleza y las espectaculares vistas de la bahía y de la península frente a ella: Cap Ferret.

El barrio de villas estilo Belle Époque (Ville d´Hiver) de Arcachon (más de 300) -con azulejos y maderas pintadas, y terrazas para respirar la brisa terapéutica de los pinos-, revive el esplendor pasado como destino de moda de aristócratas, y de baños terapéuticos.

El compromiso medioambiental de este relajado destino se aprecia a lo largo de los 88 km de bahía, que pueden recorrerse a pie por el sendero del litoral, entre pinos, o en bibicleta. En él se encuentran jalonados 30 puertos y pueblos ostrícolas , exquisito producto local, como también lo es desde hace cien años Abatilles : agua mineral que procede del manantial del mismo nombre descubierto en 1923.

Desde Arcachon se puede cruzar en poco tiempo en barco a la península de Cap Ferret en un delicioso trayecto, siempre que lo permitan las mareas. En este enclave, con vistas a toda la bahía y a la duna desde el faro, se pueden degustar los sabores locales, ver el cultivo de ostras y los atardeceres del Atlántico.

Imprescindible : pasear y subir a la duna, perderse por la ciudad de invierno de Arcachon y sus villas, alojarse en el acogedor Hôtel de la Ville d´Hiver , -abierto en una antigua fábrica de la compañía general de agua de 1884-, y disfrutar de un brunch en La Guitoune , un legendario hotel entre los años cuarenta y setenta, redecorado por Bambi Sloan con motivos de langosta (plato de la casa), sirenas y caballitos de mar.

En Cap Ferret descubre alojamientos son sabor local, como La Maison du Bassin , estilo casa de campo, con decoración de anticuario, y con uno de los restaurantes de la bahía de Arcachon más reconocidos por sus productos de estación.

Además, Philippe Starck tiene dos exclusivos hoteles, cerca de la duna de Pilat, que conservan el estilo arquitectónico renovado neovasco.

A sólo unos 20 kilómetros de Biarritz, en la costa vasco francesa se encuentra la afamada localidad de San Juan de Luz , ciudad real y estación balnearia, donde se casó Luis XIV y María Teresa de Austria en 1660.

A sus playas salvajes y surferas a poca distancia del centro y con vistas al Atlántico, como Erromardi y Akotz, se suman otros planes para descubrir su patrimonio como: pasear por el que fue uno de los puertos más importantes de Francia, por el bullicioso mercado Les Halles, por sus animadas calles con casas de estilo neovasco, y visitar sus tiendas centenarias.

Precisamente en 1660, con motivo del enlace real, se fundó el establecimiento Maison Adam creador del macaron vasco. Este dulce, junto con la torta vasca decorada por la cruz vasca, son símbolos de la herencia local del emblemático y tricentenario local de la Rue de la République que desde entonces sigue abierto, pasando la receta de generación en generación. Maison Pariés , desde 1895, se ha convertido en otro de los sabores imprescindibles de la localidad con sus especialidades como los kanougas (caramelos de sabores) y el mouchou.

San Juan de Luz es también la ciudad de las alpargatas , del icónico lino vasco de la centenaria empresa Lartigue (1910), -reconocida como patrimonio vivo por su saber hacer artesanal en sus talleres de fabricación de telas y confección-, de la centenaria tienda y taller de marroquinería Laffargue en la céntrica calle peatonal Rue Gambetta, de la Maison Laulhère, fabricante desde 1840 de las boinas vascas, y de la cerámica Goicoechea .

Imprescindible : Chez Mattin . Es un delicioso restaurante en Ciboure, del chef Michel Niquet y su esposa Celine, la anfitriona en sala. La que fuera tienda de comestibles hasta 1970 conserva una decoración tradicional y una excelente carta de productos locales. Recetas familiares de cocina vasca que Michel, tercera generación, ha ido ampliando tras sus viajes con otras propuestas. Especialidad: Ttoro, sopa de pescado y marisco.

El tercer destino que mira al Atlántico y donde el surf hizo su aparición en Europa es la elegante localidad de Biarritz . Destino imperial, desde que en el siglo XIX Napoleón III y la emperatriz Eugenia de Montijo lo eligieran para sus vacaciones, y escenario en los años 20 y 30 del siglo XX de lujosas fiestas en villas privadas y en el casino. Coco Chanel abrió su salón de costura en Biarritz que, -con otras casas de alta costura como Hermés, Lanvin, Balenciaga o Poiret entre otras-, vistieron a los invitados de esas glamurosas fiestas.

Puedes bordear el litoral dando un paseo y detenerte en la impresionante Roca de la Virgen , subir a la terraza de Aquiarium con magníficas vistas oceánicas y contemplar desde la Grande Plage el faro. También tomar un café en la exclusiva casa Miremont , uno de los sitios más antiguos de la ciudad donde se reunía la aristocracia europea, y proveedor de la Casa Real de España.

El Hôtel du Palais , momumento histórico, un cinco estrellas -con distinción de Palacio- y miembro del prestigioso comité del lujo francés, el Comité Colbert, ha sido recientemente renovado y es una visita imprescindible no sólo por su arquitectura exterior e interior, sino también por sus espectaculares jardines y vistas al Atlántico.

Otra reciente apertura, cerca de la estación de tren de Biarrtiz, en el nuevo barrio de los negocios conocido como Le Connecteur , se encuentra el restaurante Le Marloe Biarritz , dirigido por el matrimonio Martins (Eric y Juana), con el chef Antonio Ruffet. Eric, tras pasar por prestigiosos restaurantes parisinos como Maxims, lograr su Estrella Michelín en el bistró Arôme, y abrir en París Le Marloe, con la apertura en Biarritz -donde se ha mudado a vivir- cumple su sueño. Una carta con productos kilómetro cero e influencia vasca, con toques modernos y creativos de excelente calidad.

Y si quieres cambiar las vistas del océano por vistas a uno de los lagos privados más grandes de Francia, puedes alojarte a poca distancia de Biarritz en el recién renovado Château Brindo s. Sus habitaciones de cabañas flotantes en el lago , y la chocolatería (una colaboración con Cazenave, el emblemático chocolatero de Bayona) son experiencias que no puedes perderte.