La ingeniosa idea de una aerolínea para aumentar sus ingresos sin hacer volar sus aviones

Así es el caso de Singapore Airlines, quien ha lanzado una nueva experiencia gourmet en sus aviones. Hasta el momento se han visto restaurantes convertidos en burbujas individuales, perdidos en mitad del océano, o gastronomía de estrella Michelin a domicilio, alternativas seguras en tiempos de coronavirus, pero lo que todavía nadie había diseñado es un espacio gastronómico a bordo de un avión, eso sí, estacionado .

Muchas son las personas que piensan que la comida en los aviones no es muy buena, pero cuando se trata de aerolíneas de lujo la cosa cambia, y mucho. Singapore Airlines ha puesto a disposición de esta nueva iniciativa su Airbus A380, un avión de dos plantas, de los más grandes del mundo, que tienen estacionado en el aeropuerto de Changi.

Pensado para aprovechar los alimentos que sirven sus proveedores, la compañía ha contado con la premiada chef de Singapur, Shermay Lee, para diseñar un menú de cocina peranakan . Además, también se puede escoger entre la gran variedad de platos internacionales que ofrecen en su carta habitual. El menú está disponible en cuatro opciones que van desde la más económica, de poco más de 30 euros, hasta la premium, cuyo precio es de 400 euros y se sirve en suite . La cena puede ir acompañada de un tour previo en la que los clientes podrán ver antes de cenar los magníficos interiores de este avión que han sido decorados por diseñadores internacionales.

Para aquellos que no pudieron reservar su asiento en este viaje gastronómico, Singapore Airlines también ofrece la opción de reparto a domicilio, menús que irán acompañados de una lista de reproducción especialmente seleccionada para vivir, desde la comodidad de tu salón, la experiencia a bordo de sus aviones.

La experiencia se planteó inicialmente, para dos días concretos, pero debido a la gran afluencia de reservas – las plazas se agotaron a los 30 minutos de salir–, la compañía ha lanzado otras dos fechas –31 de octubre y 1 de noviembre– y se está planteando cómo seguir ofreciendo a sus clientes las mejores cenas a bordo de un avión de lujo respetando, eso sí, la distancia de seguridad y todas las medidas sanitarias.

En su apuesta por relanzar la aerolínea, Singapore Airlines lanzó una campaña bautizada como ‘vuelos a ninguna parte’, una iniciativa por la que los clientes que echaban de menos volar podían compran billetes para dar un paseo por las nubes sin destino concreto . Los aviones despegaban y aterrizaban en el mismo aeropuerto. Esta propuesta, que ya habían lanzado otras compañías como Qantas o la japonesa ANA, no tardó en generar una gran polémica por su impacto medioambiental, lo que llevó a la compañía a desechar de inmediato la idea. Parece ser que esta segunda experiencia ha tenido mejor acogida por clientes y críticos del sector.