Pagan 574.000 euros por un yate con el que no se puede navegar, al menos en el mar

La realidad virtual ha llegado con fuerza, un universo paralelo en el que cada vez más empresas comercializan con obras de arte, prendas de ropa y hasta vehículos y embarcaciones. La casa de subastas Sotheby’s ha sido una de las últimas empresas en abrirse a este nuevo mundo lanzando una plataforma exclusiva para la venta de NFTs , en la que, además, se puede pagar con criptomonedas. Y si hace unas semanas se vendía un terreno virtual localizado en el videojuego Axie Infinity por 2,4 millones de dólares (unos 2,12 millones de euros al cambio) , ahora ha sido el turno de una embarcación de lujo. Republic Realm , un desarrollador del universo digital alternativo conocido como metaverso, puso a la venta el Metaflower Super Mega Yacht, un yate digital que se ha vendido por 149 ETH, nada más y nada menos, que 650.000 dólares, unos 574.000 euros al cambio.

La transacción se llevó a cabo en The Sandbox , una plataforma virtual de videojuegos en la que los usuarios pueden comerciar bienes digitales a través de criptomonedas de la red Ethereum. Además de ser el espacio de NFT (Non fungible token) en el que colaboran diferentes marcas, es el lugar que escogió la compañía antes mencionada para poner a la venta sus Fantasy Islands, un conjunto de 100 islas privadas que costaban 63,9 ETH (unos 280.000 dólares) y que se agotaron en 24 horas.

Esta embarcación virtual, que cuenta con cuatro cubiertas, dos helipuertos, jacuzzi, diferentes áreas de recreo y hasta una pista de baile con cabina para DJ, es una extensión de las Fantasy Islands y forma parte de la conocida como Fantasy Collection , un conjunto de NFT de lujo que incluye jets privados, barcos, islas y otros productos de lujo. Una vez que un usuario se hace con uno de estos productos pasa a formar parte automáticamente del club Fantasy Marina.

Su propietario no podrá surcar los mares con esta exclusiva embarcación, pero sí presumir de haber comprado el yate virtual más caro hasta la fecha.