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Casa Decor, el punto de encuentro del sector de la decoración

La próxima edición tendrá lugar del 7 de abril al 22 de mayo en el edificio Goya 89 de Madrid regresando así al barrio que vio nacer este proyecto

© D.R.

Belén Rodrigo

Ya han pasado 30 años desde que un grupo de 50 decoradores decidieron juntarse en la capital española para mostrar a la sociedad su trabajo en un antiguo convento de la calle General Oráa. «Fue un proyecto revolucionario en el que se adecuaron ... estancias vacías de un edificio para convertirlo en una pasarela», recuerda A licia García Cabrera, directora general de Casa Decor . Al trabajo de los interioristas se fueron uniendo el de arquitectos, diseñadores, artistas y paisajistas y todos ellos dan vida al mayor evento expositivo del sector en Europa, por su magnitud, su duración y su relevancia mediática.

Casa Decor apenas necesita presentaciones, «es una experiencia sensorial e inmersiva con una fórmula única y exclusiva», resalta la directora general. Una fórmula que pasa por congregar a un grupo de profesionales con marcas que se quieren dar a conocer y abrir también el espacio a un público no profesional. En total se han realizado 57 ediciones, entre Madrid, Barcelona y Valencia, adecuando más de 250.000 metros cuadrados para albergar 2.434 proyectos de interiorismo realizados por más de 3.000 profesionales en colaboración con 4.200 empresas. Y un número más también a tener muy en cuenta, los 2,3 millones de visitantes que han participado de esta experiencia.

«Somos evento marca Madrid, totalmente español que tiene mucho que ver con nuestra cultura», resalta García. El año 1992 fue una fecha de grandes efemérides para España por la Expo de Sevilla y los Juegos Olímpicos, «y también por el inicio de Casa Decor, que incorporó en las casas, de una manera seria, el mundo de la decoración. Ha tenido un papel muy activo en la divulgación del diseño e interiorismo», añade.

Antes de que acabe una edición la organización ya está pensando y trabajando en la siguiente. «Es una gestión inmensa, pero nos apasiona», reconoce Alicia García. Cada año se organiza en un edificio diferente y encontrar ese espacio no es lo más difícil, «en Madrid hay muchos edificios singulares y muchos de ellos vienen a nosotros». Eso sí, están en desuso y normalmente con problemas como las humedades. Otras veces, después de realizar un estudio previo para saber si el espacio es viable y seguro, la dirección lo tiene que descartar. Una vez elegido el espacio, la dificultad radica en encontrar el equilibrio de la exposición, «no tener dos estilos iguales, no repetir colores, que las marcas no sean competencia…», afirma la directora.

En este 30º aniversario se quiere dar visibilidad a los valores de Casa Decor , «diversidad, creatividad e innovación» y han elegido un edificio de 1920, «un lienzo en blanco que representa la esencia más genuina». Son 4.600 metros cuadrados que conservan la distribución habitual de la vivienda de la burguesía en el barrio Salamanca. Como en años anteriores, se ha reservado un espacio para misiones comerciales de embajadas y en esta ocasión estarán presentes las de Dinamarca e Italia. Como novedad, se hace un guiño a estilos regionales y se podrá ver la artesanía de Castilla y La Mancha.

Alicia García Cabrera y Diego Domínguez © D.R.

Los protagonistas

Diego Rodríguez es uno de los nombres más reconocidos del interiorismo en España quien ha participado ya en 23 ediciones de Casa Decor . A lo largo de todos estos años, él ha vivido los cambios que se han ido produciendo en este evento, aunque confiesa que participa «con la misma ilusión que el primer día». Cree que ha pasado de ser «un evento más social, en el que se buscaban decoradores con nombre y trayectoria, a ser más accesible para todos», matiza. Rodríguez destaca igualmente el espíritu que existe que permite que todos los interioristas tengan la oportunidad de darse a conocer y para muchos de ellos ha sido decisivo su paso por estos espacios.

Además, resalta que «la magia de Casa Decor ha sido también darnos a conocer entre nosotros. Apareció otra forma de estar unos con otros, más humana, permitiendo que la rivalidad profesional dejase de existir. Lo hemos pasado muy bien». Durante muchos años la decoración era cosa de unos pocos y ahora se ha hecho más accesible, «la gente conoce mucho más, vienen muy preparados», puntualiza.

El reputado decorador no esconde que España ha ido más retrasada en interiorismo y por esa razón formar parte de este encuentro «es una gran emoción, ser parte de este cambio, ver despertar el interés de la gente». Y lo que más aprecia es sentir «libertad creativa, poder hacer un espacio diferente enseñando otra mirada tuya». A pesar de estar presente en tantas ediciones «en cada una hay un recorrido diferente, un saber hacer que te identifica, pero la magia y la gracia es que puedes exponer siempre una idea nueva».

No ha tenido problemas a la hora de elegir sus proyectos, aunque todos han sido ya de por sí un reto una vez que «cada edificio tiene una propuesta diferente, la mayoría son espacios protegidos, y el profesional tiene que sacar de su interior esa parte creativa». Entre todas sus propuestas para Casa Decor, se queda con el trabajo realizado en el edificio de Canalejas, «en el llamado salón de baile de Mario Conde, un espacio magnífico, con una belleza increíble. Lo recuerdo con mucho cariño». Para este año cuenta con un espacio de 70 metros cuadrados que adecúa espacio para una marca de domótica. Su reto esta vez es «presentar lo que hacen y fabrican para mejorar la vida de las personas de una forma entendible».

Raúl Martins es también un rostro conocido en esta exposición y tal y como él mismo reconoce, «Casa Decor en mi trayectoria ha supuesto muchas cosas, todas bonitas. Por un lado, poder mostrar mi creatividad a lo largo de todos estos años, en distintos estilos y registros. Llegar al gran público y a los medios, para poder enseñar mis propuestas y mi trabajo. También conocer a un elenco fantástico de compañeros y profesionales, nuevas ideas, nuevos materiales, formas de iluminar, novedades en materiales... y un largo etc». Ha sido un recorrido en el que Martins también ha sentido muchos cambios, no solo personales. «El evento se ha abierto a la gente. La interacción es más amplia entre los propios profesionales y el también con los asistentes. Cada vez hay más contenido qué enseñar, y mejores formas de contarlo. Es un evento dinámico que evoluciona cada año, que es cada vez más interactivo y eso me encanta».

Nuevas Oportunidades

Desde hace ya varios años Casa Decor abre las puertas a nuevos profesionales, como es el caso de la arquitecta Andreína Reventós. «Me gusta mucho abordar los proyectos de forma intuitiva, sentir lo que me pide cada espacio y que cada rincón refleje el “arte de vivir”», cuenta la venezolana de raíces gallegas que reside en España desde hace 22 años. En su debut está adecuando un espacio de 24 metros cuadrados donde «quiero invitar a la reflexión, a través de la naturaleza, sobre la importancia de crear espacios alineados con tu esencia, para encontrar el balance». Por eso ha optado por un espacio 100% sostenible, con materiales naturales como la arcilla o el mortero de cal, de toda la vida a los que les doy un uso contemporáneo». Con su presencia busca dar visibilidad a su trabajo «porque es una gran plataforma de la arquitectura de interiorismo, espero darme a conocer, encontrar nuevos clientes, colaboraciones y proyectos más grandes». De momento ya ha visto las sinergias que se crean con otros profesionales y con marcas, «ocurren muchas cosas».

Andreína Raventós y Paula Piris © D.R.

Otra de las debutantes será la arquitecta Paula Piris, quien desde que comenzó con su estudio de arquitectura e interiores se fijó participar en Casa Decor «como una de las metas que quería conseguir como interiorista. No conozco un mayor escaparate de interiorismo, y es que te permite mostrar lo que eres capaz de hacer a multitud de profesionales y amantes del diseño de interiores. Tantas ideas y soluciones concentradas en un mismo edificio hacen de él algo mágico». Es consciente de la visibilidad que ha ido adquiriendo con el paso de los años y que para muchos profesionales «es un trampolín en sus carreras».

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