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Pablo Fernández, la historia del CEO de éxito que bate récords nadando con tiburones
El co-fundador de Clicars, además de ser un empresario modelo, ostenta más de 10 récords del mundo en natación
Emprendedor, inversor, conferenciante, deportista de élite, activista medioambiental… A priori sería difícil definir en pocas palabras la trayectoria de Pablo Fernández, pues con apenas 40 años a sus espaldas cuenta con logros dignos de las mejores promesas de nuestro país (incluidos más de una decena de Récord Guinness en natación ). Tras graduarse en Harvard y trabajar durante varios años en Boston Consulting Group , se consagró como el vicepresidente ejecutivo más joven del Banco Santander. En 2016 fundó junto a su socio Carlos Rivera Clicars.com, una empresa de venta de coches de segunda mano que, a día de hoy, es líder en ventas de automóviles online en Europa, de ahí que muchos la llamen «El Amazon de los coches».
Cuando hablas con él descubres que es una person a tenaz, disciplinada y con las ideas muy claras ; virtudes que ha extrapolado a su otra gran pasión, la natación , donde también ha triunfado. Desde dar brazadas 25 horas sin parar, a realizar el trayecto más largo acompañado de tiburones, recorrer 100 km en aguas abiertas más rápido que nadie, o ser el único que ha unido a nado Nicaragua y El Salvador (por mencionar algunos).
Pablo nos cuenta cómo ha sido su camino hasta aquí, qué nuevos retos tiene a la vista y cuál es el secreto para conseguir con éxito todas sus metas.
Emprendimiento y natación, dos mundos muy diferentes, ¿crees que comparten puntos en común?
Yo creo que al final todo se basa en el alto rendimiento y la excelencia. El ser mejor nadador me hace mejor empresario y viceversa, al final se trata de intentar ser cada día un poco mejor, y esa parte competitiva es la que hace que haya muchísimas sinergias . En ambos casos es una carrera de largo plazo y es necesario tener mucha disciplina, constancia y preparación. Todo empieza poco a poco, la clave reside en ir pensando en pequeños pasos y ser constante.
¿Qué consejo le darías a una persona que esté pensando en emprender?
Primero le diría que se forme. Los mejores emprendedores no son los que con veinte años acaban de terminar la carrera, sino los que han trabajado en otras cosas. Creo que resulta clave haber trabajado en una empresa de alto crecimiento y que ya esté consolidada para que vea lo que es el espíritu y las ambiciones que se tienen. Amazon ha crecido diez veces en los últimos diez años y para mí tiene más valor que ver el proceso de una Start-Up en una incubadora. También recomiendo hablar con otros emprendedores que hayan pasado por el proceso. La mayor parte de las empresas fracasan y antes de lanzarte tienes que saber muy bien dónde te metes.
Una vez que decides emprender te diría que lo des todo, deja tu trabajo y dedica todo tu tiempo a ello. Emprender es como lanzarte por un precipicio y coger un avión mientras caes. Las ideas no valen nada, lo que cuenta es lanzarte y rodearte de gente brillante. Si puedes emprender con otra persona mejor, tener como inversores a otros emprendedores también resulta muy útil porque nadie mejor que ellos te puede ayudar en las fases iniciales.
Invertir es otro de los puntos que consideras clave, ¿qué le dirías a alguien que no tiene muchas nociones?
Como diría Warren Buffett, «invierte en algo que puedas entender», yo por ejemplo en Bitcoin no invierto porque no lo entiendo. Busca siempre un punto en el que tú puedas aportar. Yo lo que aconsejo es empezar invirtiendo pequeñas cantidades , algo que tienes que asumir que lo vas a perder y que no te supondría ningún problema de solvencia. Lo segundo sería invertir en algo que conozcas; invierte en las personas y no en las ideas, es muy importante que la gente esté muy comprometida. Una conversación para invertir es como una entrevista de trabajo, tú siempre estás seleccionando a la persona y no a la empresa.
¿Cómo es posible triunfar siendo tan joven?
Ahora los negocios digitales permiten en muy poco tiempo hacer cosas muy grandes. En nuestro caso nos ha llevado cinco años tener el liderazgo en nuestro código de actividad, algo que antes resultaría impensable en tan poco tiempo. Por un lado, la tecnología permite crecer muchísimo y por otro hay una parte en la vida de suerte. Yo siempre digo que la suerte te tiene que pillar trabajando. Es importante el «timing» en el que lanzas un negocio, el equipo y que todo vaya bien en esa parte inicial, que encuentres el lugar del producto en el mercado pronto … Se tienen que dar una serie de factores. Muchas veces el tener éxito no depende de lo brillante que sea la persona, sino del momento.
En nuestro caso con Clicars fue muy importante el momento, ya que el negocio electrónico estaba empezando a despuntar, si lo hubiésemos hecho antes probablemente no hubiese tenido éxito. El equipo del que te rodees es crucial.
«Siempre digo que la suerte te tiene que pillar trabajando»
Pablo Fernández
¿Qué es para ti el éxito?
Para mí el éxito es que siendo millonario tengas unas ganas tremendas de levantarte por la mañana e ir al trabajo, y yo me levanto con ganas de trabajar e ir a nadar, sin perder la ilusión. Todo empieza por pequeños pasos, pero la clave del éxito no es pensar en la meta final, sino en las fases intermedias para cumplir nuestro sueño, porque si no, nos parece inalcanzable y desistimos.
Has vivido gran parte del tiempo en Estados Unidos, ¿qué diferencias encuentras en el ámbito laboral con España?
Yo creo que en Estados Unidos hay una cultura de resultados mientras que en España somos más de proceso. Aquí medimos mucho las horas que se trabaja y allí te piden algo específico . En nuestro país además hay más recelo hacia la gente exitosa mientras que al otro lado de charco la gente busca aprender de esas personas. Eso no quita que en España haya gente súper brillante y ambientes muy meritocráticos, no me malinterpretéis.
¿Cómo sería tu rutina de un día normal?
Normalmente me levanto a las cinco y media de la mañana y hago unos 10/15 minutos de meditación porque me parece súper importante dedicar un tiempo para mí, me tomo un café y voy de camino a la oficina donde tengo una piscina y nado un par de horas. Un poco antes de las nueve empiezo con mi día a día en Clicars con mil reuniones hasta las siete y media aproximadamente. Después me voy al gimnasio a entrenar fuerza con un personal «trainer» durante una hora y cuando termino me voy a cenar con amigos, o me relajo en casa. Intento acostarme a eso de las once y media para descansar bien.
¿Qué ha sido lo más difícil de tu trayectoria profesional?
Cuando empecé a trabajar en banca de inversión en Nueva York no tenía mucha idea. Llegar a un país nuevo a los veintitantos, rodeado de gente brillante, hizo que me sintiese durante un tiempo inferior al resto. Fue un tiempo en el que tuve que ponerme las pilas, pero eso experiencia me demostró que muchas veces cuenta más la actitud y el «prepárate», que la formación. Es un aprendizaje que se puede extrapolar también a la natación, si le dedicas tiempo y disciplina, prácticamente todos podemos ser muy buenos en casi cualquier cosa.
¿Quién consideras que sería tu referente tanto en el mundo de los negocios como en el del deporte?
En los negocios admiro a los emprendedores que innovan o crean tecnología y productos nuevos como Steve Jobs , que era todo un visionario, o Elon Musk. A nivel deportivo, Rafa Nadal, por esa mentalidad basada en que cada día es una nueva oportunidad para ser mejor.
Hablemos ahora de tu faceta de nadador. ¿Cuándo comenzó tu relación con este deporte?
Yo empecé a los once años, normalmente se empieza más joven. Mi padre era futbolista de segunda B y él quiso que me dedicase al fútbol. Pero tuve un problema en las rodillas y me recomendaron la natación, y así es como me enganché. Esto me ha demostrado que uno no sabe que es capaz de hacer las cosas hasta que lo intenta.
¿Qué hábitos sigue un deportista de élite como tú?
La alimentación es muy importante. Tengo un dietista y un médico así como varios entrenadores. Los meses previos a una competición resultan clave y durante la propia competición, también. Además, en mi piscina tengo instalado un software de visualización con el que puedo ver en tiempo real desde los grados a la inclinación que llevo mientras nado, de modo que puedo corregir el movimiento en tiempo real para que sea perfecto y poder mantenerlo.
Ostentas varios récords de natación en aguas abiertas y todos ellos implican pasar muchas horas en el agua, ¿podrías contarnos algún dato curioso?
Poseo un alto índice de flotabilidad porque tengo menor densidad muscular, y eso viene muy bien para nadar más recto, hacer más fricción con el agua y ser más rápido. Cuando estoy ahí, como floto, me pasan la comida y el agua con una caña de pescar porque en las competiciones está prohibido que te acerques a ningún barco. En este tipo de retos me alimento mucho de grasas como aguacates o aceite de oliva, no recurro mucho a los hidratos porque se consumen más rápido. Considero crucial también entrenar la parte mental ya que por ejemplo nadar de noche es algo para lo que no todo el mundo está preparado.
«Me fascina ver cómo va a reaccionar mi cuerpo y mi cabeza llevándome al límite»
Pablo Fernández
¿Y qué hay de los tiburones y demás animales marinos que te encuentras en el camino?
Los animales marinos también son otro de los puntos clave a tener en cuenta. Por ejemplo, en uno de mis retos en 2017, en Sudáfrica me picó una carabela portuguesa tres veces y tuve que abandonar la competición porque un médico me dijo que si me picaba una vez más podría darme un ataque al corazón. Ese tipo de cosas son imprevisibles. A mí, por ejemplo, me dan mucho más miedo las medusas que los tiburones.
A menudo la gente se piensa que son muy peligrosos pero la realidad es que es muy difícil que te ataquen. La primera vez que me encontré a uno fue cuando nadé entre Islas Vírgenes y Puerto rico, y me crucé con un tiburón tigre de 4 metros que me estuvo rondando un buen rato. En ese momento no sabía cómo reaccionar y a partir de ahí me puse a estudiar a psicología de los tiburones, su comportamiento, y cuando sustituyes el miedo por curiosidad, descubrí que no son los animales que vemos en las películas. A ellos no les gusta la sangre humana, lo que pasa es que son bastante curiosos. La clave consiste en seguir una serie de trucos como llevar nada brillante, no chapotear… En Durban (Sudáfrica) hice la prueba con tiburones de puntas negras y no me pasó nada, de hecho, un pez me mordió en el dedo del pie y ellos ni se inmutaron.
En un momento de crisis como en el que estamos hay que aprender a disfrutar de los pequeños placeres de la vida… Pero, ¿qué es para ti el lujo?
Para mí el lujo es tener la combinación perfecta de tiempo, energía y dinero. Encontrar ese equilibrio resulta un verdadero desafío. Las experiencias también son un gran lujo , son recuerdos que se quedan en la memoria para toda la vida.
¿Cuál ha sido el mayor reto al que te has enfrentado? ¿Y el próximo desafío?
Tengo nueve sobrinos y algunos están sufriendo mucho con los estudios. Mi desafío es que saquen buenas notas (ríe). Y mi próximo reto sería el de recorrer los 226 km nadando en Florida el próximo mes de julio. Quiero aprovechar y batir otro récord durante esa experiencia: el de la persona que más km ha recorrido en 24 horas. Me fascina ver cómo va a reaccionar mi cuerpo y mi cabeza llevándome al límite. Además, en este desafío me he comprometido a limpiar una tonelada de plástico en el mar por cada kilómetro nadado (más información en Oceans.club ).
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