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Joyas

Casi 3.000 diamantes, zafiros, esmeraldas, perlas y rubíes: así es la corona de la reina Isabel II

La joya más importante de la realeza británica tiene un valor de 4,5 millones de dólares

La corona de Isabel II está valorada en 4,5 millones de dólares. Gtres
Araceli Nicolás

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La Torre de Londres es el lugar donde se guardan las j oyas de la corona británica , consideras la colección más valiosa del mundo. Entre ellas destaca la Corona Imperial o corona de San Eduardo, el símbolo más reconocible de la monarquía británica. Esta valiosa joya se usa en las coronaciones de los monarcas, en las ceremonias de apertura del parlamento y en los funerales. La Corona Imperial, junto con otros valiosos objetos, como el Cetro de la Cruz , han estado expuestos estos días sobre el ataúd de la reina Isabel II , causando auténtica sensación.

La Corona Imperial, que está valorada en 4,5 millones de dólares , está hecha de oro y está engastada con 2.868 diamantes , 17 zafiros , 11 esmeraldas , 269 perlas y 4 rubíes . Tiene una altura de 31,5 centímetros y pesa aproximadamente 1,28 kg. Aunque se confeccionó en 1838 , a partir de la coronación de la Reina Victoria, ha sido modificada en diversas ocasiones. La última modificación data de 1937, y fue realizada por la joyería Garrad & Co, por la coronación de Jorge VI, padre de la reina Isabel II y abuelo del actual rey Carlos III de Inglaterra .

La Corona Imperial sobre el ataud de la reina Isabel II de Inglaterra. Gtres

De entre todas las gemas usadas destacan especialmente tres por su valor y también por su historia: el rubí del Príncipe Negro , el zafiro de San Eduardo y el diamante Cullinan II. El primero se encuentra en el centro de la corona y en realidad no es un rubí, sino una espinela roja que llegó a través de la Ruta de la Seda, hasta el reino nazarí de Granada . Con el tiempo, la joya pasó al rey de Castilla y cuando estalló la guerra civil entre Pedro I y su hermanastro Enrique de Trastámara, el primero buscó ayuda militar en el Príncipe de Gales. Eduardo de Inglaterra se quedó con la piedra que, desde entonces ha estado vinculada a la monarquía inglesa.

El zafiro de San Eduardo es otra de las piedras más valiosas de la Corona Imperial. Lleva el nombre del rey Eduardo El Confesor que en 1042, con motivo de su coronación, lució un anillo con esta gema. Fue la Reina Victoria la que mandó colocar la valiosa piedra en el centro de la cruz que lleva la Corona Imperial.

Finalmente el diamante Cullinan , el mayor diamante del mundo, procede de Sudáfrica donde fue hallado en 1905 y entregado al rey Eduardo VII quién ordenó tallarlo. Se obtuvieron 150 piezas bautizadas, según su peso, como Cullinan I, Cullinan II, Cullinan III... El Cullinan II forma parte de la Corona Imperial que estos días reposa sobre el ataúd de la reina Isabel II, mientras que el Cullinan I se encuentra engastado en el Cetro de la Cruz, otra de las joyas de la Corona. El Cullinan III y IV forman parte de un broche que la reina Isabel II ha lucido en múltiples ocasiones.

La reina Isabel II usó la Corona Imperial por primera vez durante su coronación en 1953 . Posteriormente, la soberana la llevó en otras ocasiones a lo largo de su reinado, con motivo de las aperturas del parlamento británico. Sin embargo, en los últimos años, debido a su peso, la Reina no ha vuelto a llevarla. Se exhibía sobre una almohada de terciopelo a su lado. Desde su fallecimiento, la corona reposa sobre al ataúd de la soberana. Tras el funeral volverá a la Torre de Londres y la próxima vez que la veamos será en la cabeza del nuevo rey, Carlos III.

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