Los relojes oversize, de nuevo tendencia

Corum, Bubble 47 Booba

En el año 2000 la firma Corum sacudió los cimientos estéticos de la relojería con una colección que se ha convertido en un icono: los relojes Bubble . Su fuente de inspiración fue reloj experimental de 1960 y cuyo grueso cristal de zafiro produce un efecto lupa. Diecisiete años después, y tras haber sido resucitado en las colecciones hace un año, se ha presentado una amplia colección de modelos diseñados por artistas - un DJ y compositor, una fotógrafa y un rapero- para los que se ha ampliado la caja hasta 52 mm. El Bubble 47 Booba diseñado por el rapero lleva en la esfera su octavo álbum, llamado Nero Nemesis , y la caja está realizada en acero y PVD con tratamiento oro rosa.

Panerai, L’Egiziano

La firma italiana es conocida por sus relojes oversize . De hecho fue la única que desde sus inicios se caracterizó por el enorme tamaño de sus cajas, al menos en aquella época, y eso que hablamos de 1997 -la década de los primeros relojes grandes- cuando Vendôme (actualmente denominado grupo Richemont) se hace cargo de la firma. Pero hay un modelo que supera a todos: L’Egiziano que con 60 milímetros supera todas las expectativas. Se trata de una edición especial limitada a 500 piezas que, lanzada en 2009, reproduce el modelo creado para la marina egipcia en 1956. Su caja y su bisel giratorio bidireccional están realizados en titanio cepillado y en su interior late el calibre de cuerda manual P.2002/7 provisto de una reserva de marcha de 8 días.

Hublot, MP-05 LaFerrari

Es el primer híbrido construido por la manufactura de Maranello. Es el Ferrari por excelencia. Pero también es el reloj que Hublot creó en su honor y que fue bautizado con el mismo nombre: MP-05 LaFerrari, fruto de una asociación entre ambas casas iniciada en 2013. El reloj está equipado con un movimiento de cuerda manual formado por 637 piezas, el que más componentes reúne de todos los manufacturados por Hublot . Dispuesto en un eje vertical, tiene un tourbillon suspendido con un diámetro de 14,5 mm, mayor de lo que suele medir esta complicación relojera. Este calibre bate un récord mundial en cuanto a su reserva de marcha, pues dispone de una autonomía de 50 días suministrada por sus 11 barriletes, que están dispuestos en línea y constituyen la columna vertebral del reloj.

DelaCour, City Chrono Flyback

La casa ginebrina es otra de las más conocidas por el tamaño de su relojes pero también por las formas tan características de sus cajas, alejadas de los patrones clásicos que toman el círculo y el cuadrado como patrón. El modelo City Chrono Flyback , de forma elíptica, es un cronógrafo dotado de función de retorno y una disposición de las funciones armoniosa y altamente legible.

A los contadores de segundos a las 3 h y de 24 horas a las 9 h, se les suma la indicación de la reserva de marcha a las 6 h y la de la fecha a la 1 h. Aunque de dimensiones considerables – 55,5 x 54 x 16,5 mm-, el reloj es elegante, proporcionado y, sobretodo, carismático. Está disponible en tres ediciones limitadas: en titanio (222 piezas), titanio con bisel de oro rosa (188) y oro rosa con bisel de carbono (88).

Romain Jerome, Steampunk Urban Safari

El relojero independiente es famoso por crear piezas que pertenecen a la nueva era relojera. En ellas expresa su espíritu iconoclasta mediante la celebración de las leyendas contemporáneas.

Así, explora nuevos territorios con su nueva colección Steampunk Urban Safari , un guiño a los años 1970 y a la SAPE, acrónimo de Société des Ambianceurs et des Personnes Elégantes (Sociedad de creadores de Ambiente y Personas Elegantes), un movimiento vestimentario originario del Congo considerado una forma de dandismo. Una provocadora manera de rendir tributo a la moda. Con una esfera integrada en el movimiento y una caja de 50 mm, está disponible en dos ediciones limitadas: una a a 25 piezas y realizada en acero y PVD negro y otra en oro rojo y engastada con 286 diamantes. La correa es de cocodrilo impresa con patrón de leopardo.