Los 5 trucos que debes conocer para ser el mejor vestido en una boda

El truco está en ser creativo y, sobre todo, esforzarse por interpretar la etiqueta al dedillo. Informarse bien del tipo de enlace, el lugar en el que se celebra y el momento del día en el que ocurrirá para poder utilizar todos esos conceptos a la hora de elaborar el estilismo que mejor encaja. Solo así se consigue acertar con la elección.

Para poder hacer una correcta traducción del protocolo y presumir así de elegancia, enumeramos las cinco claves a tener en cuenta que te garantizarán el éxito.

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La formalidad justa

Cuando se recibe una invitación de boda y toca decidir qué ponerse, lo primero a tener en cuenta es el dress code. Son los novios los que lo marcan en función del tipo de enlace y de la época del año en la que se celebre por lo que es imprescincible no superar nunca lo establecido por el novio.

Tan peligroso es quedarse corto como pasarse. Por ejemplo, del mismo modo que no puedes acudir a una ceremonia que exija etiqueta sin corbata y en zapatillas, no tendrá mucho sentido que lo hagas a un enlace informal de día en un contexto campestre o playero. Mide bien el ambiente porque será lo que te de la pista para mantener el equilibrio.

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La hora del día manda

Si es de mañana o de tarde es clave para decidirse por un look u otro. Es cierto que el protocolo es cada vez más laxo, pero lo más habitual suele ser la media etiqueta, es decir: pantalón y chaqueta de traje, camisa y corbata. Evita colores como el negro o accesorios como la pajarita salvo que sea una boda de noche y, por la misma regla, olvídate de la sastrería en tonalidades claras o de tejidos como el lino para fiestas que no sean de mañana.

En el caso de que quieras llevar chaqué, siempre ha sido preferible que lo luzcas por la mañana aunque también podrás ponértelo de tarde si es oscuro y el novio así lo desea.

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Ante la duda, traje azul

Cuando no terminas de tener claro la etiqueta o no encuentras algo que te convenza al 100%, confía en el traje azul. Es el único capaz de hacerte acertar en cualquier circunstancia, el que mejor combina con cualquier tono y al que puedes exprimir de mejor manera tanto en clave formal con corbata y pañuelo como más informal. Eso sí, te toca esforzarse en la elección del traje en cuestión para que no parezca el mismo que llevas a la oficina.

¿La única pega? Que es muy probable que sea la alternativa elegida por la mayoría de invitados por lo que serán los accesorios los que te hagan marcar la diferencia.

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Cada detalle cuenta

Hay una serie de reglas básicas que no hay que olvidar ninguna de las veces en las que se lleva traje, menos aún cuando se trata de acudir a una boda. La primera de ellas es que el traje, además de estar en perfectas condiciones, debe encajar con tu cuerpo tanto de largo –que este no sobrepase el empeine– como de corte de los hombros –que no queden caídos salvo que se trate de una silueta oversize– para evitar el efecto disfraz. Eres tú quien lleva el traje, no él a ti.

Fíjate también en que la camisa no esté amarillenta por la zona del cuello, que esté perfectamente planchada y que las mangas –obligatorio que sean largas– asomen un poco por la chaqueta aunque no más de un centímetro. El cuello también debe sobresalir ligeramente.

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La importancia de los complementos

Un look no se considerará redondo si no se tienen en cuenta la elección de los complementos además de la del traje. Resulta igual de necesario acertar con la americana y el pantalón que hacerlo con los zapatos, la corbata, los calcetines, los pañuelos o los gemelos. Cualquiera de estos accesorios son los que te pueden ayudar a aparecer en la boda con una propuesta sublime.

Ten en cuenta que un pañuelo perfectamente colocado en la solapa es símbolo de elegancia y, si no vas a llevar corbata, puedes anudártelo al cuello con el mismo buen resultado.

Con respecto a los zapatos, que sean exclusivamente de vestir en color negro o marrón –un enlace no es lugar para la experimentación– y que se acompañen de calcetines oscuros, los de divertidos dibujos estampados quedan mejor reservados para los momentos de ocio.

Con estas cinco reglas básicas de estilo aprendidas te será mucho más fácil convertirte en el más elegante de la boda... con permiso del novio.